Columnistas

Soluciones buscando problemas

La moraleja es que no siempre las tecnologías se crean para resolver un problema, muchas veces se desarrollan por casualidad, y hasta por error

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En el 2000, cuando conocí la tecnología Bluetooth, me sorprendió que a pesar de ser “demasiado chiva” (way cool) no servía para nada, no tenía aplicaciones prácticas y, peor aún, chocaba con la frecuencia de wifi. Era una solución en busca de un problema. El problema correcto tardó años en aparecer. Era como eliminar los discos compactos de los equipos de sonido de los automóviles.








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