Carga equitativa. Como en los negocios, recomiendan efectuar una auditoría de cargas y quiénes son sus responsables para proceder a reasignar labores con una justa distribución del trabajo no remunerado.
Cargas intangibles. Compartir la carga emocional del seguimiento, planeación y organización de las necesidades y actividades familiares; en sencillo, todas esas innumerables listas de tareas, como supermercado, actividades de menores, fechas especiales, etc.
Compromiso verdadero. Ser férreo en ejercer una verdadera compartimentación entre trabajo, hoy teletrabajo, y responsabilidades familiares, recurriendo a la buena práctica del uso de KPI, en español, indicadores de claves de desempeño.
Apoyo incondicional. Evidenciar lo que significa ser una familia corresponsable. Es indispensable transmitir inequívocamente a la pareja el apoyo en su trabajo, sueños y aspiraciones, y mostrar al resto de la familia lo que eso implica.
Transparencia en el trabajo. No temer a ser auténticos y externar la suma de responsabilidades en el hogar, así como el deseo de tener un mayor rol familiar, haciendo evidente que más flexibilidad y balance familiar es igualmente necesario para los hombres.
El beneficio es para todo el núcleo familiar. Para las mujeres, los estudios muestran cómo en relaciones paritarias estas tienen un mejor desempeño en el trabajo, al no temer asumir ascensos y carga de responsabilidades, lo cual reditúa aumento de ingresos.
Las hijas de padres corresponsables muestran un mejor desempeño laboral y asumen incluso trabajos fuera de estereotipos, con confianza y autoridad, en tanto los hijos desarrollan una visión más igualitaria.
La covid-19 es la oportunidad para promover un profundo cambio cultural que incentive y facilite comprender que las relaciones igualitarias en el hogar son un pilar de bienestar, no solo para las familias, sino también para las organizaciones. Todos ganamos.
nmarin@alvarezymarin.com
La autora es politóloga.