Como me he portado muy bien este año, te envío mi lista de peticiones. Sé que es un tanto ambiciosa, pero confío en ti (mucho más que en Santa Claus, Papá Noel o los tales elfos).
Primero que todo, quiero pedirte paz y amor para este mundo, y, especialmente, para nuestra Costa Rica. Que cada uno de nosotros sienta en su corazón la necesidad de resaltar más lo bueno que lo malo de los demás, contrario a lo que sucede en las redes sociales, donde abundan los troles dispuestos a atacar a todo aquel que piense diferente.
Que la paz y el amor en nuestros corazones nos lleve a ser más tolerantes con la posición de cada uno y a rechazar a los políticos prepotentes, que pretenden tener la verdad absoluta y con ella subyugar a su pueblo y a otros vecinos.
También te pido, Niñito Dios, que nos des buena salud. Pero si llegamos a enfermar, te pido que nuestro sistema de seguridad social mejore mucho en cuanto a su eficacia en los tratamientos. Sobre todo, que se acaben la eternas listas de espera, porque son responsables de que mucha gente no reciba el tratamiento necesario en el momento oportuno.
Te pido, además, que nos ayudes a mejorar la calidad de la educación en Costa Rica. Eso del “apagón educativo” deja a miles de niños inocentes con oportunidades muy limitadas para prosperar en el futuro. Te ruego que ilumines a las autoridades, para que vuelvan a centrar su mirada en los niños y jóvenes, y no en los intereses de educadores y administradores.
Igualmente, te pido que aumenten las oportunidades para los que viven y trabajan en las zonas rurales de nuestro país. Por eso, te solicito que nos ayudes a mejorar la infraestructura de carreteras y telecomunicaciones, y con ello acercar más a esas personas a los lugares más dinámicos del país. Sería genial si pudieras incluir entre las obras un tren eléctrico, pero de los de verdad, para disminuir nuestra dependencia de la importación de hidrocarburos.
Por último, te pido, Niñito Dios, que ilumines a nuestro presidente, Rodrigo Chaves. Dale sabiduría y discernimiento para que encuentre el camino para cambiar lo que sabemos que ha estado mal en este país durante mucho tiempo, a la vez que preserva y resalta lo que se ha hecho bien. Gracias por adelantado.
El autor es economista.