La editorial BBBB —sedes en Bristol, Barcelona, Berlín y Brasilia— se especializa en publicar obras en las lenguas inglesa, española, alemana y portuguesa. Como tantas editoriales, entró en barrena de circulación con motivo de la pandemia y tuvo que reducir sustancialmente sus publicaciones, pero tomó el toro por los cuernos y acaba de anunciar una estrategia de salvación que le permitirá capear el temporal hasta el año 2025, cuando espera convertirse en la última editorial multilingüe de Occidente. Tal estrategia asegura la supervivencia financiera de la firma y la posibilidad de continuar editando después del colapso cultural y literario originado por el arrasador tsunami de censura que hoy pone en peligro la circulación de obras literarias —buenas y malas— en todo el planeta.
Bruno Birtsch, su presidente, explicó: «Somos una empresa dedicada a la difusión de la gran literatura y prevemos que por lo menos el 95 % de nuestras ediciones serán retiradas de los estantes antes del 2025; el origen del fenómeno no es, como en otras épocas, la censura oficial, sino la censura social provocada por el activismo de grupos y organizaciones que propugnan la desaparición de obras literarias que consideran políticamente incorrectas. Desde Shakespeare, pasando por García Márquez, Goethe y Coelho, ya es casi imposible publicar algo que no resulte anatematizado por uno de esos grupos».
El plan de BBBB consiste en dedicar una suma millonaria a la contratación de escritores de fuste —que de todas maneras no podrán publicar sus obras si no se someten a la nueva forma de censura— para que reescriban las obras de los grandes maestros, tanto antiguos como contemporáneos, expurgándolas de todas las incorrecciones políticas que han apuntado y pudieran apuntar en el futuro las personas y los grupos interesados.
Como primer paso, el consorcio editorial creó un departamento encargado de recoger minuciosamente las quejas sobre incorrecciones políticas que han sido presentadas contra todos los escritores en las cuatro lenguas que interesan. Las personas y grupos agraviados de alguna manera podrán presentar sus demandas de censura ante dicho departamento.
Confieso, estimables lectoras y lectores, que esto es un ejercicio de ficción, pero tengo la sospecha de que hacia allá nos dirigimos.
duranayanegui@gmail.com
El auto es químico.