La discusión que relataré se dio entre voceras autorizadas de dos peculiares gremios. Por lo interesante de los argumentos esgrimidos por las partes, a todos nos conviene conocer lo que ocurrió.
Quien representaba al primer grupo sostenía que el impuesto sobre el valor agregado, también conocido como IVA, es el “campeón” de los tributos, pues recoge de manera sencilla grandes sumas de dinero y, por actuar sobre el consumo y no sobre la inversión, no desestimula el crecimiento económico.
Sostuvo que en Costa Rica el IVA existe desde hace mucho tiempo porque por las compras se paga un impuesto y el agente económico —productor, comerciantes mayoristas y minoristas— recoge un tributo determinado y al entregarlo al Gobierno, a la oficina de Tributación, deduce lo que había pagado antes. El tributo, explicó, solo opera sobre el valor que cada agente agregó.
“El IVA no se creó el año pasado; venía desde antes”, continuó. “Lo nuevo, lo que sí ocurrió recientemente, es que la base, o hecho generador, se amplió para que no solo lo paguen por las compraventas de bienes y unos poquísimos servicios, sino también para cubrir prácticamente todos los servicios.
”Los bienes es lo que se puede tocar, como las latas de atún y las bolsas de café. Los servicios es lo que no se puede tocar, como el software o servicios legales o aduanales”, explicó.
Quien representaba al segundo grupo la interrumpió para decirle que los masajes son servicios y difícilmente pueden darse sin toqueteo. “Bueno —respondió la primera—, pero usted me entiende la idea central”.
Gran avance. Continuó en el uso de la palabra la primera, quien, para hablar, era de patada larga.
“El que a los servicios que nosotros prestamos —manifestó refiriéndose a la actividad que su gremio representaba— se les someta al pago del IVA, como a los servicios médicos y los brindados por los abogados, los ingenieros y los economistas, constituye un gran avance.
”Es laudable porque se reconoce que también nosotros, quienes ofrecemos ese servicio, contribuimos a la expansión de la economía del país, del producto interno bruto; del PIB, como dicen los del Banco Central.
”Eso nos llena de orgullo y, por ello, nuestro gremio apoyó el sujetar al IVA también los servicios que prestamos. Además, nuestros clientes pueden deducir lo que nos pagan por concepto de IVA (e indicó claramente las facturas de que se trata) al hacer sus declaraciones mensuales”, afirmó.
Otro criterio. La representante del segundo grupo no pensaba igual. Consideraba que el IVA constituye una carga más, eleva el precio de sus servicios al consumidor final, tiene efectos recesivos a corto plazo y, además, les obligaba a cumplir una serie de formalidades que implican más trabajo: dar factura electrónica con todos los datos requeridos.
Asimismo, mes tras mes deben enviar a Tributación una declaración del IVA recaudado y pagar lo respectivo. Eso las obliga, por no ser su especialidad, a comprar servicios de especialistas en esas cosas, como los contadores.
“Nuestra actividad es altamente sensible al precio del servicio —sostenía— y tiene, como afirman los expertos, una alta elasticidad-precio de la demanda, lo cual indica que ante un pequeño aumento en el precio, la cantidad demandada del servicio baja más que proporcionalmente.
”Eso lo hemos constatado y documentado ya, con agremiados aquí, en Puntarenas, en Limón y en el barrio Amón.
”Además, nuestros servicios exigen una alta dosis de discreción, y ese asunto del IVA pide hacer explícitos demasiados datos: nombre y número de cédula del pagador, fecha de la transacción, tipo de servicio suplido y monto facturado.
”Nosotros, por ejemplo, por facilidad, hemos optado por agrupar en tres categorías nuestros servicios: ordinario, francés y de luxe. Y hemos constatado que la ‘elasticidad’ de nuestro servicio a la divulgación, que en algunas comarcas llaman disclosure, es altísima. Tan alta que la reciente aprobación del tal IVA ha reducido a niveles de pobreza nuestros ingresos.
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”Como se sabe, nuestras entradas no solo sirven para satisfacer nuestras necesidades básicas, sino que gran parte de ellas las remesamos a nuestros países, particularmente a Nicaragua, y esos envíos han bajado sensiblemente”.
Caso de análisis. Dos interesantes posiciones encontradas que merecen ser analizadas sobre los potenciales beneficios y perjuicios del IVA cobrado a servicios, entre personas de una misma ocupación, que, según los entendidos, es una de las más antiguas de la historia.
Según sus voceras, el primer grupo se llama algo así como “Asociación de Meretrices de América del Norte”, mejor conocido internacionalmente como AMAN, y el segundo se denomina Red de Trabajadoras y Trabajadores Sexuales, ReTraSexu.
El autor es economista.