Columnistas

Página quince: Molinos, el desapegado de Dios

Para reposar el espíritu en días de solaz, acudir a sus quietas y luminosas páginas es una buena opción.

EscucharEscuchar

Hace muchos años, conocí la obra del místico Miguel de Molinos, su Guía espiritual. Supe entonces que me encontraba ante la tercera cima de la experiencia mística cristiana en España (junto con santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz) y que solo los avatares de la política, la historia y la teología habían apartado su brillante legado del ojo público y lo habían puesto por más de dos siglos en la cárcel del olvido y en el rincón oscuro de la heterodoxia, al menos en el mundo de habla castellana, pues su legado se había conservado vivo en Italia, Francia, Inglaterra y Alemania.








En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.