Columnistas

Página quince: La gran criptoestafa

A pesar de la abrumadora evidencia de fraude y abuso desenfrenado, los reguladores financieros y los encargados de aplicar la ley permanecen dormidos.

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NUEVA YORK– Todos los países civilizados regulan estrictamente el sistema financiero, y por buenos motivos. Al fin y al cabo, la crisis financiera global del 2008 fue en gran medida resultado de la desregulación. Corruptos, delincuentes y estafadores habrá siempre, y si no se protege de sus actividades a los inversores, ningún sistema financiero puede funcionar adecuadamente.








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