Columnistas

Mi amiga Carmen

El destino nos lleva a conocer personas, pero luego conocemos otras y dejamos a las primeras, pero nunca olvidamos.

EscucharEscuchar

A Carmen la conocí cuando comenzaba mis estudios en Madrid. Alegre, simpática, típica joven madrileña de clase media. Trabajaba en una tienda en la Puerta del Sol. A las ocho de la tarde, cuando salía del trabajo, la esperaba, la recogía y nos íbamos por las calles, por las tascas, a un determinado café. Minutos antes de las diez de la noche, corre que te corre para su casa porque, a esa hora, la puerta principal del edificio de apartamentos se cerraba; allá lejos, en la Moncloa.








En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.