
Al escuchar promesas políticas sobre seguridad, debemos recordar que la niñez y la adolescencia son el hilo delgado que se sigue rompiendo en Costa Rica: en pobreza, desescolarizados tras el apagón educativo de la pandemia, con pocas oportunidades laborales e, incluso, en orfandad por los femicidios en aumento (2024 fue el peor año de la década, con 39 víctimas, que dejaron 44 menores huérfanos). También, las tasas de intoxicación y adicciones son cada vez más altas en esa población, y en los últimos cuatro años 245 menores fueron condenados por delitos contra la vida, reclutados por el crimen organizado.
La XII edición de los Juegos Centroamericanos de Guatemala, en octubre pasado, dejó en alto la bandera costarricense con éxitos que nos enorgullecen: 78 medallas de oro, el segundo lugar en el medallero general y varios récords y hazañas en diferentes competiciones.
La delegación tica representó el blanco, azul y rojo con sus grandes esfuerzos, pero el acompañamiento económico sigue sin responder de la misma forma. Según el último informe de la Organización Deportiva Centroamericana, entre el 2024 y el 2025, Costa Rica fue el segundo país que menos invirtió en el deporte.
Algunos consiguen dar el salto, pero otros no tienen la oportunidad. Por ejemplo, las selecciones de fútbol sala femenino y fútbol playa masculino fueron excluidas por falta de presupuesto. Actualmente, Costa Rica tiene unas 50 federaciones deportivas, pero en muchos casos los esfuerzos aislados y la falta de voluntad política no les permiten un progreso real.
El deporte es una gran una alternativa para los jóvenes y la propaganda lo resalta constantemente, pero es urgente que las candidaturas en este proceso electoral propongan soluciones para evitar que sigan apareciendo denuncias e investigaciones por no dar apoyo a atletas, no mantener instalaciones o malos manejos de fondos que sabotean a los propios deportistas.
Solo con estrategias realistas y financiamiento con propósito se podrán equiparar en algo los esfuerzos y éxitos de nuestro cuerpo de atletas y el futuro de las nuevas generaciones.