Columnistas

Enfoque: Arte visto como florero

Hay que socarse la faja,empero, otra cosa es lo que piden: amputar el gasto en cultura, por superfluo.

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Esta historia es real, sin un gramo de salsa. Unos amigos míos, músicos los dos, estaban remodelando la casa. Como ella daba clases temprano, él se quedaba con los trabajadores. En las tardes ella volvía, y entonces él salía a dar clases. La cosa es que el esposo estaba preparando un concierto y, apenas llegaban los trabajadores, se sentaba al piano a estudiar. Y, así, dale que dale todos los días, pues las obras que presentaría eran difíciles.








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