El dizque “movimiento estudiantil de secundaria”, creado en Facebook para boicotear clases y cerrar colegios, está manoseado por sindicalistas, políticos y, posiblemente, diputados. Hay demasiada mano adulta metida con estos adolescentes que no saben ni lo que quieren.
Una buena pregunta es: ¿Dónde están los padres de estos “estudiantes” que se ungieron por medio de likes en la red social para incitar al desorden público con mensajes confusos, tergiversados y cantinflescos (a veces a favor, a veces en contra)?
Un padre responsable debe exigir a su hijo aprovechar cada minuto en el aula de los 200 días del curso lectivo. El conocimiento, no el anarquismo que practican, es la única vía para superarse.
Un padre responsable también debe motivar a su hijo a construir, no a destruir —como lo hacen estos—, el sistema educativo gratuito que se les financia con impuestos.
Un padre responsable, además, debe rescatar a su hijo de las garras de adultos con colmillo en las materias de desorden público y manipulación, quienes lo manejan al ver su relativo impacto en Facebook y con el cierre de colegios (4 % de los 1.003).
Un padre responsable debe convencer a su hijo de que la pérdida de clases, después de 89 días de huelga hace ocho meses, solo lo perjudica a él, y a nadie más, y que la única consecuencia será más ignorancia y pobreza.
Es momento de que los educadores también aporten y conversen con los colegiales sobre el daño que se hacen con la pérdida de clases. Incluso, en esta coyuntura, ningún docente debe ser tolerante con las ausencias y debe registrarlas con la rigurosidad que le hace falta a los padres.
Los adultos que meten sus manos en estos “movimientos de adolescentes" también deben tener claro que están a milímetros de caer en el delito porque manipulan a jovencitos para generar desestabilización política y social de cara a las elecciones municipales de febrero. Votos a costa del caos.
Es momento, también, de que el gobierno sea firme y señale, claramente, cuáles sindicalistas y políticos son los instigadores de la sedición. Es hora poner en el escenario a esos adultos que se esconden detrás del telón. Es urgente que el país conozca, de boca del gobierno, el rostro de los titiriteros.
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Armando Mayorga es jefe de Redacción de La Nación.