Partiendo del principio de que el error no crea derecho, siento un pesar muy grande de que se les niegue a los forjadores de nuestros niños y juventud la oportunidad de dar un ejemplo de honestidad, que quedaría grabado en la mente de muchas generaciones: devolver lo que el Estado les pagó por error.
Es mucho dinero, unos ¢28.000 millones, que servirían para cubrir necesidades del Estado. Tal vez el monto que cada uno deba reintegrar no signifique mucho. Un acto de solidaridad por la cual clama nuestro presidente a diario.
Un trabajador agradecido con un patrono que le ha otorgado muchos beneficios. Una acción que enorgullece y enaltece. Devuelvan lo que no les pertenece. Ni la ley divina ni la ley de los hombres autoriza a quedarse con lo ajeno.
Milena Soto Aguilar, San José
Problema resuelto
Respecto a la queja que publiqué en este medio por unas llamadas molestas, quiero agradecer la pronta respuesta de Lisette Fernández Pérez, de BAC Credomatic, y su solución al problema.
Eugenia González Carvajal, Esparza, Puntarenas
En libertad
Es inconcebible que los medios de comunicación entrevisten al extremista organizador de los cierres de carreteras, lo cual le permite convocar a sus seguidores e incluso anunciar lo que planea.
También es criticable la alianza de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep) con esos terroristas, lo que no solo está afectando grandemente al país, sino especialmente a quienes supuestamente están protegiendo, como lo son los agricultores, la industria que no puede recibir sus insumos ni repartir sus productos, a los enfermos que llevan a los hospitales, a la clase trabajadora que no puede llegar a su destino, el transporte de personas, etc.
Delincuentes que inexplicablemente andan libres, no obstante haber violado la ley, instigado y amenazado con hacer correr la sangre. Otro pseudodirigente anunció que se están preparando con grupos de choque para enfrentar a la Fuerza Pública. ¿Qué espera la justicia para actuar con todo el peso de la ley? En lugar de eso dejan libres a los extremistas, sin ninguna medida cautelar, y les dan licencia para que cometan sus fechorías.
Hasta donde tengo entendido, cerrar carreteras, cobrar peajes, detener ambulancias e impedir el libre tránsito de personas son delitos, por lo que no me explico la razón por la cual los dejaron en libertad sin condiciones.
Víctor Ml. Barboza Vega, Ipís de Goicoechea
Todos unidos
Hace pocos días, el presidente, Carlos Alvarado, dijo que “o nos unimos o nos hundimos”, en vista de la grave e histórica situación sanitaria y económica.
Creo que es el único y cruel diagnóstico acertado, bajo el cual debemos todos unirnos con nuestras autoridades legítimamente establecidas para afrontar y superar este reto.
Hace 164 años, Juanito Mora nos alertó de la invasión de un enemigo común que amenazaba nuestra institucionalidad. Su histórico llamado lo inició así: “Compatriotas, ha llegado el momento que os anuncié...”. El llamado de hoy, más que nunca, debe retumbar en nuestro ser costarricense, porque llegó la hora de tomar posiciones en pro de un futuro mejor para Costa Rica, para todos nosotros, nuestras familias, nuestros hijos, nuestros nietos. Solo tenemos dos vías: la legalidad o el caos.
Arturo Chavarría Escalante, Montes de Oca
Diálogo productivo
El manifiesto firmado por los expresidentes es un fuerte impulso a nuestra institucionalidad democrática frente a los hechos de violencia y vandalismo encabezados por dirigentes ilegítimos, autonombrados por sus ideologías autoritarias y populistas.
El gobierno tardó mucho en responder a los grupos que tomaron el control del país mediante manifestaciones de confrontación y pillaje, violando nuestras libertades.
El gobierno debe proseguir los procesos de escucha y diálogo con los diferentes actores que quieran presentar sus aportes y contribuciones para formular una nueva propuesta para superar la crisis económica y social.
No es tiempo de cerrar puertas a los grupos sociales y productivos que quieran manifestarse pacíficamente, de conformidad con los cánones de la educación y la democracia. El gobierno debe mostrar ahora su aprendizaje, madurez y liderazgo.
Los procesos convocados deben continuar con otro facilitador, como la Conferencia Episcopal y la Alianza Evangélica, grupos que han mostrado un acercamiento histórico, o el mismo Estado de la Nación, con una actitud menos intransigente, abierta y profesional.
José Rugama Hernández, San José