La tarea de reaccionar frente al peligroso fenómeno trasciende a la comunidad de profesionales en comunicación y también los límites de las normas éticas
Alguien financió una campaña para alterar el proceso electoral utilizando las redes sociales, reveló Facebook. El TSE es el primer llamado a investigar quién es el autor intelectual
Operación encubierta implicó pago de $128.000 en publicidad en Facebook e Instagram y utilizó cientos de perfiles de personas ficticias, camuflados con inteligencia artificial.
Los electores han ido aprendiendo a reconocer y neutralizar las técnicas modernas para difundir contenidos basura en las redes sociales
Nada indica que los troles de Managua tengan la única intención de manipular el debate político interno, por tanto, a nuestro país le conviene estar alerta
Gobierno de Nicaragua y partido de Ortega habrían pagado hasta $12.000 para publicitar 1.500 páginas a cargo de empleados del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor)
Estos usuarios persiguen objetivos muy variados: favorecer a políticos, promocionar discursos de odio, promover caos social, difamar, difundir mensajes negativos en contra de marcas, replicar noticias falsas y distorsionar realidades, entre otros.
Tres magníficos reportajes de <em>Telenoticias</em> pusieron en evidencia el potencial de la Internet para impactar la comunicación y el comportamiento mediante intervenciones fraudulentas, casi siempre pagadas.