Los anteriores diputados mandaron a colocar sus retratos en las antiguas curules, como si el hecho de ser los últimos ocupantes del recinto les confiriera un mérito particular
Etiquetas retratos
Cada excongresista pagó ¢58.000 por una foto suya enmarcada, para colocar en las viejas curules, por ser los últimos en utilizarlas
Como si se tratara de un sacrilegio o una profanación, varios diputados salientes paralizaron el plenario para exigir que volvieran a poner sus nombres en las curules.