El buen resultado de las finanzas públicas del primer semestre de este año puede ser base para alardear, pero no para posponer reformas y en especial las definidas en la agenda con el FMI.
El buen resultado de las finanzas públicas del primer semestre de este año puede ser base para alardear, pero no para posponer reformas y en especial las definidas en la agenda con el FMI.