Los chips que permiten a los dispositivos obtener, procesar o almacenar datos escasean y eso afecta a los PlayStation 5 de Sony y la última Xbox de Microsoft, pero también a los automóviles
Los chips que permiten a los dispositivos obtener, procesar o almacenar datos escasean y eso afecta a los PlayStation 5 de Sony y la última Xbox de Microsoft, pero también a los automóviles