Militares, empresarios y políticos sirios fueron seducidos por el encanto de uno de los agentes secretos más eficiente del siglo XX; Netflix hizo una serie con su historia.
Toda su vida fue un escándalo. Polémico en la cancha, enemigo del sistema. Personaje superlativo, mujeriego, parrandero y jugador.
Los médicos le dijeron que nunca más podría volver a caminar y que pasaría el resto de su vida en una silla de ruedas.
La trágica muerte de Naya Rivera fue un golpe devastador para el reparto de Glee, que agrega una víctima más a la maldición de la serie.
Nació y creció en una mansión de 53 habitaciones; tal vez acabe sus días en una celda de cuatro metros cuadrados, vestida con ropa de papel para que nunca se suicide.
Antes de que Jordan llegara a los Chicago Bulls esta era una franquicia moribunda, que no daba ni para pagar los perros calientes. Tras ganarlo todo, hoy algunos ya se atreven a señalarlo como un líder tóxico, cruel, grosero y despiadado.
Posó para los mejores fotógrafos y diseñadores, pero resiente que ser maniquí dejó de ser un arte de musas, para convertirse en un vil negocio.
Extravagante, ícono de la moda, buque insignia de la contracultura, rompió todo los moldes y tras medio siglo de carrera sigue intacta.
Pulverizó el reinado de las Claudias, Cindys y Naomis; entró a saco en el mundo de las vanidades con su flacura extrema y una vida nocturna poco edificante.
En pocos menos de dos años una joven sueca sacudió la conciencia del mundo, y alertó a la humanidad sobre su inminente extinción.