Durante su exposición el abogado querellante contó que con el testimonio de uno de los agentes judiciales quedó demostrado el "gusto del sospechoso sobre personas menores de edad", esto porque en la vivienda de Campos había recortes de niños.
Durante su relato, la mujer dejó ver la difícil situación familiar que actualmente viven y, aunque evitó informarse durante un tiempo sobre el crimen, el debate la obligó a revivir aquel sábado que terminó en tragedia.
Luego del asesinato, tanto el padre como la madre de la víctima, asistieron a terapia sicológica para manejar la situación.