Mi tiempo ya pasó. El tiempo del castrismo ya se agotó. En realidad, nació condenado al fracaso.
Inmerso en una crisis aguda y múltiple, el régimen sigue apostando por la inmovilidad y la represión.
El Parlamento cubano escogió a Miguel Díaz—Canel sin ningún tipo de sorpresa, el mandatario deberá afrontar por los próximo cinco años la crisis que vive la isla.