Seis años después de que Costa Rica lograra un hito con el primer disparo de plasma de alta temperatura, las aplicaciones de esta tecnología comienzan a verse en distintas actvidades productivas.
No es posible medir el virus en el aire, pero sí saber el nivel de CO2. Si aumenta, debe ventilarse el área para reducir riesgo de contagios.
Alexa Cerdas Guzmán, estudiante del Liceo Experimental Bilingüe de Grecia, utilizará la Ingeniería en Mecatrónica como vía para alcanzar su meta.
Camilo Cárdenas González, del Colegio Científico de Guanacaste, obtuvo 797,92 puntos de 800; su sueño es estudiar Ingeniería Física.
Camilo Castro Correa es uno de los dos jóvenes que obtuvo 800 puntos, nota máxima. Este vecino de Pérez Zeledón estudiará Ingeniería en Mecatrónica.
Arturo Chaves Cortés es uno de los dos jóvenes que obtuvieron la máxima calificación; atribuye su logro a Dios, a años de compromiso y estudio y al apoyo familiar.
Un estudiante de San Joaquín de Flores y otro de Pérez Zeledón comparten hito, que se dio por primera vez en el Tec en 2004.
Don Antonio Calderón Roldán, de 79 años, le ha vendido repostería y golosinas a los estudiantes y empleados del ITCR durante 35 años. La pandemia puso su negocio en jaque, pero la comunidad salió en su auxilio.
Centenares de estudiantes y cartagineses en general que llenaban las instalaciones del gimnasio, irrumpieron en aplausos.
Miembros del Consejo Institucional del Tecnológico advierten que lucha por autonomía ‘está por encima’ de necesidades internas; representante de alumnos responde que no pueden seguir con engaños.