Una plaza comercial, desarrollada por la comunidad mediante coordinación y apoyo con BAC Credomatic, Incae, Fundes y Dinadeco, dará empleo directo a 60 personas en La Fortuna.
Fundes dispone de varias aplicaciones para que las mipymes puedan utilizarlas. Pronto ofrecerá un canal para salones de belleza y barberías, así como para conectar productores de alimentos con comercios de barrio.
Sistemam de inteligencia de datos toma la decisión a partir de variables como horas de más movimiento de personas en una zona y nivel socioeconómico.
Después de haber llegado primero y atender por décadas las necesidades de las familias, hoy las pulperías se juegan su existencia apoyándose en inteligencia de datos y una red de ayuda desde el teléfono.
Joel admite que, aunque son muchas las satisfacciones, el tema que más resiente de ser pulpero, es el poco tiempo a que todos les queda, pues no se apartan del negocio.
En el centro de Cartago, en Barrio Fátima, se encuentra la pulpería Israel con 27 años de operar gracias que padre, madre y dos hijos se reparten las extensas jornadas para atender a las familias del barrio.
Las pulperías son una especie en extinción frente a grandes cadenas de supermercados, ventas en estaciones de servicio o tiendas de conveniencia. Sin embargo, algunas todavía sobreviven adaptándose a un entorno comercial más complejo sin perder su esencia comunitaria.
Un estudio de la organización Fundes, entre 9.600 puntos de venta en Costa Rica, detectó que solo el 36% de negocios independientes tales como pulperías y abastecedores, permiten cancelar con “dinero plástico”, una limitación que se traduce en menores ventas.
Los negocios de canal tradicional, es decir, los puntos de venta de barrio y al menudeo, generan más de 20.000 empleos y ocupan un volumen de ventas de $1.729 millones anuales en Costa Rica, según los resultados de un estudio de Fundes.