Avistamiento en San Carlos puso a celebrar a los seguidores de aves por la rareza de la especie, cuyo último registro en el país fue hace cinco años.
Con más de 900 especies en su territorio, Costa Rica es epicentro para la observación de aves. Dos concursos de fotografía, uno organizado por Costa Rica Birding y otro por la Asociación Ornitológica de Costa Rica (AOCR), motivaron a las personas a explorar esa rica biodiversidad y con ello pretendían concientizar sobre el papel de estas en el ecosistema así como la importancia de su conservación.
Entre febrero y abril, en los patios y jardines de las casas de la Gran Área Metropolitana (GAM), se suelen ver pichones de búhos y lechuzas en el suelo. La gente tiende a manipularlos en un intento por rescatarlos, pero expertos de la Fundación Rapaces y de la Asociación Ornitológica de Costa Rica (AOCR) recomiendan hacer lo contrario.
Este año, y cual turistas, la zona costera del país recibió la visita de la gaviota inca y el bolsero espalda dorada. De esta forma, estas aves se constituyeron en las nuevas especies reportadas para Costa Rica en este 2014.