Por años, Lizzy Grynspan y Ana Joyce Chinchilla fantasearon con tener una chocolateria que vendiera obras de arte comestible. Hoy su negocio avanza, mientras ellas pintan, diseñan, fotografían, mercadean y venden sus deliciosas obras.
Por años, Lizzy Grynspan y Ana Joyce Chinchilla fantasearon con tener una chocolateria que vendiera obras de arte comestible. Hoy su negocio avanza, mientras ellas pintan, diseñan, fotografían, mercadean y venden sus deliciosas obras.