Unos no lo pensaron dos veces, otros sintieron temor pero igual dieron el paso al frente y se desprendieron de uno de sus órganos con tal de que sus seres queridos sobrevivieran. Hoy viven agradecidos y sin arrepentimientos.
Unos no lo pensaron dos veces, otros sintieron temor pero igual dieron el paso al frente y se desprendieron de uno de sus órganos con tal de que sus seres queridos sobrevivieran. Hoy viven agradecidos y sin arrepentimientos.