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Buenas y malas noticias. El buen ritmo que lleva la economía de EE. UU. favorece, por ejemplo, la demanda de exportaciones costarricense, pero, por otro lado, se prevé un alza en las tasas de interés.

Entre más se aplacen las decisiones correctivas, más recurrente será la asfixia fiscal y más cerca estaremos de los regazos con los organismos financieros.

Mayoría de los países registran aumentos por debajo de lo proyectado, habría mejora en el 2018.