Un rompehielos avanza en la inmensidad de la banquisa en dirección al Polo Norte. Sin embargo, no hay que dejarse engañar por este paisaje blanco que se extiende hasta donde alcanza la vista. El cambio climático está allí, dentro del hielo.
El Artico se está calentando a una tasa que duplica la del promedio mundial y el clima invernal severo está aumentando en regiones de latitud media.
Aunque el deterioro de la criosfera pone en peligro nuestra salud y la del planeta, despierta el hambre de obtener algún beneficio económico
Los países del Ártico se comprometieron el jueves a luchar contra el calentamiento global, tres veces más rápido en el Gran Norte que en todo el planeta, y a preservar la paz a pesar de la creciente competencia geopolítica en la región.
El peligro del cambio climático, cuyos efectos son particularmente sensibles en el Ártico, es conocido y la reducción de la capa de hielo tiene una consecuencia directa en la alimentación de estos animales
21.000 toneladas de combustible se vertieron en varias cursos de agua tras el colapso de un depósito de una central térmica.
Es cómodo imaginarse el Ártico lejano, poblado por renos y osos polares, pero es en realidad una piedra angular del sistema climático, que mantiene estables las temperaturas, habitables nuestras comunidades y prósperas nuestras economías
Mediciones por satélite muestran que el hielo es más delgado, más joven, menos compacto.
Cuanto más el calentamiento global reduzca la capa de hielo, mayor será la necesidad de acuerdos multilaterales que regulen el comercio, la extracción de recursos y otros problemas en la región
Personas en todo el mundo ya están perdiendo sus hogares y medios de subsistencia a causa de incendios mortales, inundaciones, tormentas y otros desastres