Impuesto a combustibles recaudaría ¢100.000 millones menos este año por baja en ventas

Por la caída en ventas debido a la covid-19, la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) prevé cerrar el 2020 con al menos ¢100.000 millones menos en la recaudación del impuesto único a los combustibles que traslada al Ministerio de Hacienda.

Este tributo grava los combustibles con un impuesto único por tipo de carburante, según el artículo 1° de la Ley N° 8114 de Simplificación y Eficiencia Tributarias.

En el precio de cada litro de gasolina súper, un 46% corresponde a impuesto actualmente. Hoy, ese litro cuesta ¢572, de los cuales ¢263 se los deja Hacienda.

En los casos de la gasolina regular y el diésel, el impuesto único corresponde a un 45% y un 33% del valor por litro, respectivamente.

Con este tributo, se financia, por ejemplo, la reparación de carreteras nacionales y cantonales, así como la fiscalización de la calidad de las vías. También, de aquí se destinan recursos para conservar bosques mediante el Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (Fonafifo) y para ayudar a la Cruz Roja Costarricense.

Los estados financieros de Recope revelan que, en los primeros cinco meses del año, la venta de combustible se redujo por el confinamiento, la restricción vehicular, el auge del teletrabajo y el cierre de fronteras a vuelos internacionales.

La entidad ya reporta una pérdida anual acumulada de ¢13.538 millones respecto a junio del 2019.

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El reporte de cuentas proyecta que esto traerá al cierre del año un claro impacto en la recaudación tributaria.

Recope preveía este año ingresos de ¢1,02 billones por ventas de combustibles, de los cuales ¢496.619 millones correspondían a factura petrolera, ¢393.480 millones a impuesto único y un saldo en caja de ¢33.872 millones.

Ahora, en cambio, prevé ¢616.880 millones en ventas, lo cual equivale a ¢403.868 millones menos (-39%).

De esa venta, ¢193.521 millones serían factura petrolera (una diferencia de ¢303.098 millones) y ¢293.738 millones a impuesto único, con una disminución proyectada de ¢99.742 millones..

Su saldo en caja, prevé Recope, cerraría ahora en ¢18.939 millones para una merma de ¢14.933 millones (-44%).

Estrechez

La caída en ventas también impacta al Gobierno debido al menor aporte económico que Recope puede hacer ahora para brindar auxilio a la población en medio de la pandemia.

El 13 de julio anterior, Marcelo Prieto, ministro de la Presidencia, le envió una carta a Alejandro Muñoz, jerarca de Recope, donde le informó que era necesario que la Refinadora transfiriera recursos al Fondo Nacional de Emergencia según disposición del artículo 47 de la Ley Nacional de Emergencias y Prevención de Riesgos, “para lo cual es indispensable que lleve a cabo un recorte de al menos diez mil millones de colones en partidas que estime convenientes y que no pongan en riesgo la operación sustantiva de su institución. Dicho traslado deberá hacerse efectivo a más tardar el 25 de julio de 2020″.

Sin embargo, al día siguiente, Muñoz le indicó en otra carta que no tenía fondos para trasladarle los ¢10.000 millones solicitados.

Muñoz expuso a Prieto el nivel de afectación que la pandemia ha provocado en el volumen de ventas de carburantes y la búsqueda de ahorro y recorte de gastos emprendida para equilibrar las cuentas.

“Tomando en cuenta el efecto que en nuestras finanzas representaría un aporte por el monto solicitado, se concluye que Recope está en la disponibilidad de efectuar el aporte por un monto de ¢5.000 millones”, respondió Muñoz.

Según él, ese monto no afectaría tanto la operación sustantiva de Recope y corresponde a una disminución de gastos que efectuó la empresa para mitigar los efectos de la pandemia y que fueron depositados el 24 de julio al Fondo Nacional de Emergencia.

Los recortes incluyeron menos pago en horas extra, y menor gasto en servicios y mantenimiento, entre otros.