El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) impuso, con una contratación directa, a la firma Consultores en Infraestructura GIP Ltda. para ejecutar sus proyectos eléctricos Cariblanco, Garabito y Toro III.
Esa fue la instrucción específica del ICE respecto a los fideicomisos del Banco de Costa Rica y del Banco Nacional que administran los recursos de esas obras, según reveló una investigación de La Nación en el 2012.
Así lo indica una carta que el entonces gerente de Electricidad del ICE, Gravin Mayorga, y el gerente de Jasec, Óscar Meneses, enviaron al gerente general del BCR en noviembre del 2010.
Mayorga, en declaraciones a este diario, consideró justificado que GIP, por su experiencia, obtuviera contratos directos sin competir por esas compras con otras firmas en concursos públicos o licitaciones.
La compañía fue fundada por la actual directora jurídica del ICE, Julieta Bejarano, y otras cuatro personas. Ella era dueña del 20% del capital accionario de GIP hasta mayo del 2010, una semana antes de ser recontratada por el ICE para asumir, por segunda vez, como directora jurídica. Antes había laborado 32 años en la entidad.
Cuando volvió, Bejarano no tenía cumplidos los siete años de ausencia que exige el Estatuto de Personal del ICE antes de retornar, que aplica a quienes se había acogido a la movilidad laboral voluntaria, como fue el caso de ella.
Ese regreso solo es posible cuando la Gerencia General exceptúa el cumplimiento del plazo por motivo de inopia y el trabajador ha reintegrado proporcionalmente la parte de la liquidación correspondiente al período por cumplir.
José Madrigal Saborío, exgerente general del ICE, declaró la inopia en el caso de Bejarano el 20 de mayo del 2010.
Claudio Dittel, exgerente corporativo de Finanzas y Administración del ICE, afirmó en mayo anterior que el Instituto debería ser intervenido políticamente porque una “camarilla” lo tiene atrapado, en referencia a Bejarano.