Manos unidas en pos de una misma causa: ayudar a los especialistas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) a enfrentar la pandemia por el nuevo coronavirus.
Desde esta semana, 20 mujeres, privadas de libertad, trabajarán en la confección de ropa hospitalaria para la seguridad social.
Su trabajo no solo les permite adquirir nuevas habilidades, antes de reincorporarse a la sociedad, sino que también contribuyen confeccionando uniformes y ropa de cama para abastecer a la institución en esta cruzada contra la covid-19.
Según un comunicado de prensa conjunto, todo este ejercicio se logra gracias a la reciente inauguración del taller industrial del Centro de Atención Integral (CAI) Vilma Curling, en Desamparados.
El proyecto del Ministerio de Justicia, valorado en ¢500 millones, cuenta con 25 máquinas de coser donadas por el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA).
“La CCSS aportará las telas (que serán cortadas por el INA) y en el CAI Vilma Curling se llevará a cabo el armado y la confección final, con el acompañamiento de una persona de la Sastrería del Ministerio de Seguridad Pública. El departamento de Orientación del Centro llevó a cabo un exhaustivo proceso de selección con el fin de contar con el personal idóneo para afrontar la tarea”, dice el comunicado.
En la selección de las participantes se exploró cuáles mujeres tenían habilidades en el trabajo textil: ya sea porque se capacitaron en el INA o en otra instancia, o porque ese era su oficio antes de ingresar al CAI.
Fiorella Salazar, ministra de Justicia, aplaudió el trabajo conjunto para enfrentar la pandemia, al tiempo que se le brindan nuevas oportunidades para adquirir destrezas y habilidades a las privadas de libertad. En tanto, Román Macaya, presidente ejecutivo de la Caja, se sumó al decir que estas alianzas fortalecen la lucha contra la covid-19.
Maribel Cisneros, una de las internas que está trabajando en el taller, declaró que esta es su contribución para el país desde donde ella se encuentra: en una cárcel.
“Ahora nosotras somos un equipo de colaboradoras para la Caja, estamos confeccionando prendas para ayudar, tanto mascarillas, como gabachas y las sobrecamas para el hospital. Para nosotras, como seres humanos, como mujeres emprendedoras, es sumamente importante no solo en lo económico, sino una gotita de nuestro amor para personas que lo necesitan”, manifestó.
Construyendo oportunidades
Según el despacho de Justicia, el taller textil se enmarca en la estrategia de ocupación laboral Construyendo Oportunidades, “que busca dotar a la población penitenciaria de competencias y habilidades para aumentar las posibilidades de reinserción social”.
Como parte del apoyo interinstitucional, además de la donación de las máquinas industriales, el INA realizó un diagnóstico técnico del taller y de las habilidades de las 20 mujeres asignadas para el proyecto y la semana pasada impartió las capacitaciones necesarias para poner en marcha este proyecto.
A cambio de su trabajo, las mujeres privadas de libertad estarán cubiertas por una póliza, cursarán nuevos talleres de formación y recibirán un incentivo para ayudar económicamente en sus hogares
El ingeniero Luis Fernando Porras Meléndez, gerente de logística de la CCSS, explicó que, con la puesta en marcha de este taller, se aumentará la capacidad de producción de la institución que actualmente elabora prendas en su fábrica de ropa.
“Sumamos líneas de producción y esto es realmente muy positivo porque podremos proveer más ropa a nuestros trabajadores en todo el país, que hoy están en la primera línea de defensa contra la pandemia”, dijo.