Las tres máquinas de escribir que servían de adorno en los estantes de la Farmacia del Área de Salud de Garabito, en el Pacífico Central, fueron desempolvadas para escribir las etiquetas que ya no se pueden generar digitalmente, después del hackeo a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Como no se puede trabajar con expediente digital hasta nuevo aviso, el personal de ese servicio ha tenido que recurrir a la creatividad para garantizar a los asegurados de comunidades como Jacó, Herradura o Quebrada Ganado los medicamentos que necesitan con la mayor rapidez posible.
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Esa es una de muchas medidas a las cuales han tenido que recurrir los diferentes servicios de salud en todo el país, en las primeras dos semanas que han transcurrido tras el ciberataque, del 31 de mayo, que mantiene ‘abajo’ servidores y terminales de Ebáis, clínicas y hospitales públicos.
Franklin Rodríguez Berrocal, coordinador del servicio de Farmacia en Garabito, dijo que el 31 de mayo, apenas se supo del hackeo, se retomó el despacho de medicinas con indicaciones escritas a mano con el fin de mantener la continuidad del despacho farmacéutico.
“A pesar de estos métodos alternativos no dábamos abasto con la cantidad de recetas. Posteriormente, empezamos a utilizar una herramienta en Excel para agilizar el proceso para que fuera más claro para el paciente el mensaje y, poco a poco, hemos ido saliendo con la consulta”, cuenta Rodríguez.
La famosa hoja de datos les ha salvado la tanda. En Garabito usan una desarrollada por el farmacéutico Armando Sánchez, del área de salud de Parrita, que les ha servido como plan de contingencia para el despacho de los medicamentos en la Red Integrada de Prestación de Servicios de Salud Pacífico Central.
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“Las indicaciones de los medicamentos se están imprimiendo en etiquetas, tal como lo hacía el sistema SIFA. La plantilla Excel que estamos utilizando nos permite trasmitir lo que ocupamos de una manera bien clara y evitar los errores que pueden darse cuando uno transcribe a mano”, explicó Rodríguez Berrocal.
Ahí también lograron rescatar dos computadoras que no fueron infectadas en el ciberataque. Con ayuda de estas terminales, también están imprimiendo etiquetas y otros documentos mientras se restablecen los sistemas en una fecha que las autoridades de la CCSS aún no dicen.
“Un medicamento que haga falta para un paciente es casi una urgencia, ocupábamos una solución rápida, eficiente, por lo que hacemos todo lo posible para no interrumpir los tratamientos”, agregó el jefe de Farmacia.
En esta área de salud, como en el centenar que integra la red de servicios de la CCSS, se le pide al paciente que no falte a su cita. Ni las consultas programadas ni las de emergencias o las de casos covid se han detenido con el ciberataque. Claro que se ha vuelto más prolongado el tiempo de espera por la obligación de hacer manualmente muchos de los trámites administrativos que acompañan cada consulta médica.
Herramientas como la mensajería por WhatsApp también se han vuelto indispensables. Por esa vía, por ejemplo, los Ebáis desconcentrados envían los datos del paciente y del medicamento que necesita para que se lo despachen al día siguiente. Esto ha permitido que enfermos crónicos, como diabéticos e hipertensos, cuenten con su tratamiento.
Dar continuidad a servicios
En San José, servicios como los que ofrece el Centro de Atención Integral en Salud (CAIS) Marcial Fallas, en Desamparados, no se han detenido durante estas primeras dos semanas.
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Gabriela Clare Lobo, directora interina del CAIS, confirmó que ahí no se han cancelado citas pero sí se les ha pedido a los asegurados que traigan todos los documentos que tengan para orientar al personal sobre tratamientos y enfermedades que todavía no se pueden consultar en el expediente digital.
El laboratorio del CAIS está atendiendo solo casos prioritarios, como pacientes anticoagulados, adultos mayores de 65 años, embarazadas, personas con discapacidad, menores de un año, pacientes que están completando exámenes preoperatorios, los de quimioterapia y los de psiquiatría. Cada reporte de laboratorio sale a mano con los resultados de los pacientes.
En la Farmacia de ese CAIS disponen de siete médicos haciendo recetas manuales y coordinando filas para hacer el proceso lo menos tedioso para los pacientes.
Servicios como el de la vacunación, especialmente contra la covid-19, siguen funcionando; incluso, con visita casa por casa para actualizar esquemas de vacunación en niños.
El CAIS de Desamparados pone a disposición de sus usuarios este número 2217-0400 para consultas.