Los pacientes del Hospital México podrían ser operados en quirófanos de centros médicos privados como salida para aliviar la lista de espera.
Esta posibilidad será evaluada por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) luego de que decidiera romper con la empresa que construía cinco salas de operación debido a aparentes incumplimientos de contrato, según se anunció la tarde de este miércoles.
La decisión fue tomada por el presidente ejecutivo, Fernando Llorca Castro.
“Hemos tomado estas medidas excepcionalísimas y extraordinarias ante el grave cúmulo de problemas externos que hemos tenido. Nuestra preocupación es la mejor atención que le debemos a los pacientes, quienes llevan mucho tiempo esperando”, afirmó Llorca en el boletín de prensa.
El alquiler de las salas privadas sería una salida para tratar de atender a más de 22.000 enfermos que esperan una operación.
Sin embargo, para concretar esos servicios habrá que acudir a la Contraloría General de la República para que autorice esta contratación por la vía de excepción.
El Hospital México enfrenta problemas con sus quirófanos desde hace cuatro años.
En julio del 2014, fallos en el sistema eléctrico redujeron a menos de la mitad su capacidad quirúrgica.
Este centro médico trabaja solo con ocho de las 15 salas de cirugía que tenía hace cuatro años, debido a fallos del sistema eléctrico.
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Desde entonces, se han utilizado quirófanos en otros hospitales de la CCSS, y se habilitó un segundo turno para que se operaran pacientes hasta las 10 p. m.
La utilización de salas en otros centros médicos fue suspendidas debido a problemas logísticos de traslado de equipamiento y por eventuales riesgos asociados.
Suspensión del contrato
La institución le atribuye a la constructora Vidalco presuntos incumplimientos en la entrega de los trabajos los cuales, según la Caja, “han impedido que ese establecimiento de salud puede disponer de cinco salas de operaciones para cumplir con su plan quirúrgico de rutina”.
Por esa razón, argumentó, decidió romper el contrato.
Esta empresa, por su parte, defiende los trabajos. Su gerente, Eloy Vidal, ha sostenido que, desde el inicio, se ha dado una mala información.
“Lamentablemente, este proyecto ha sido víctima de mala publicidad, pues se ha mal informado desde inicios de este año a varios sectores sindicales y otros grupos de la CCSS, los cuales tenían una expectativa de fecha de finalización que era incorrecta, que era irreal y errada, situación que ha creado un ambiente sumamente adverso”, aseguró Vidal ante consulta de este diario, a principios de julio.
Como acción paralela, la Dirección de Ingeniería y Arquitectura (DAI) de la Caja prepara el plan constructivo que se intentará ejecutar lo más pronto posible para terminar los quirófanos.
El Hospital México informó de que estas cinco salas de cirugía debían estar finalizadas en diciembre. No sucedió.
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Tampoco las entregaron en marzo o mayo, lo cual desencadenó una ola de protestas de los equipos médicos de ese hospital que culminaron con dos paros de labores exigiendo el cumplimiento de los trabajos.
En la construcción de estas cinco salas y de un área de 30 camas de recuperación la CCSS destinó $2,5 millones.
Según la CCSS, la empresa ya fue notificada de la decisión institucional.
“Al mismo tiempo, la CCSS iniciará las acciones legales correspondientes para determinar la responsabilidad de la empresa por el incumplimiento del contrato, con base en la ley de Contratación Administrativa”, advirtió la institución en el boletín de prensa.
Mientras, el hospital y la CCSS deben buscar otras salidas para atender la demanda quirúrgica del centro con la red de servicios más grande del país.
Aunque la Junta Directiva de la CCSS adjudicó la construcción de una torre de ¢25.530 millones, con 21 quirófanos y una moderna Unidad de Cuidados Intensivos, esta edificación no podrá estar lista y funcionando antes del 2020.
Sobre todo, si se toma en cuenta que estos procesos deben respetar trámites como las apelaciones, que ya se dieron y que atrasan la construcción de la obra.