Un estricto operativo de seguridad fue necesario para retirar las dos fuentes de Cobalto- 60 del Hospital México, que habían salido de funcionamiento desde el año pasado.
Por tratarse de material radioactivo, ambas fuentes fueron custodiadas por personal de la Unidad Especial de Intervención (UEI) del Ministerio de la Presidencia, con la supervisión de la oficial de radioprotección del centro médico, Ericka Céspedes.
La funcionaria explicó en un comunicado que ambas fuentes habían sido desinstaladas desde hacía semanas, pero no habían sido retiradas, básicamente, porque no tenían los permisos de exportación y de transporte correspondientes, necesarios para su envío a Estados Unidos.
“Se realizó el traslado con el apoyo y custodia de la UEI, cuyos miembros incluso cerraron las vías de acceso al aeropuerto (Santamaría) durante el viaje, tanto por evitar cualquier accidente como por resguardo ante un robo”, añadió Céspedes.
De acuerdo con los especialistas, los protocolos para el traslado de este tipo de material radiactivo se intensificaron después de los atentados del 11 de setiembre del 2011, ya que estos podrían utilizarse en la elaboración de bombas o similares.
Las dos fuentes de cobalto permanecen en el aeropuerto Juan Santamaría y serían enviadas este viernes a Estados Unidos.
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