
Este miércoles a las 6 a.m. la empresa contratada por el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) dinamitará la piedra de más de 2 toneladas que mantiene cerrada la ruta 32.
Este martes, autoridades del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), indicaron que se trabajaba en la perforación de los últimos 5 de 30 huecos de 3 a 4 metros de profundidad en los que se colocará la voladura de dinamita para fisurar la roca.
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Carlos Chaves, representante de la empresa Exploinsa explicó que lo que se busca es hacer una voladura controlada, que permita generar una demolición de la roca expuesta, la cual representa condiciones inseguras para el tránsito.
“Vamos a desarrollar un evento que consiste en la colocación de explosivos industriales. Buscamos un poco de energía de choque y de rompimiento y un poco de energía de hinchamiento. Esos utilizan anfos y emulsiones que es un tipo de explosivos industriales”, explicó Cháves.
Según dijo, lo que se busca es romper la roca desde su base hacia la parte superior, para que con el mismo peso y mediante la gravedad esta colapse.
“Es un evento que tiene características sencillas para efectos de que podamos aplicar las cargas, hacerle el rompimiento, hacer el colapso y posteriormente se dé el acarreo de los materiales y la limpieza de la vía”, añadió.
Según las estimaciones del MOPT, esas labores de limpieza podrían extenderse hasta el jueves en horas de la tarde, por lo que la previsión es que si las condiciones climáticas lo permiten, la vía vuelva a ser habilitada el viernes en la mañana.
Luis Carlos Brenes, geotecnista del Conavi, añadió que se determinó que la explosión de la piedra era la alternativa más óptima, tras una inspección en la parte superior del talud donde se encuentra.
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“Cuando tuvimos la oportunidad al traer la grúa, ascender a la parte superior y observar que todavía en esas juntas o agrietamientos hay mucho material tipo suelo que tiene bloques en esa matriz e incluso en condición seca hay mucha agua en el talud. Esa agua se está infiltrando, está lubricando y generando presión entre esas capas de roca”, explicó.
Según dijo, todo esto genera que el material se lave y que caiga material. Eso ocasionó el derrumbe del lunes anterior, el cual generó unos 50 m³ de material que cayó en bloques.
“Se consideró y valoró la posibilidad de de acceder a la parte alta y removerlo de forma mecánica, no obstante, dadas las características de dureza de esa lava y lo inaccesible del sitio constituía una labor de muchísimo riesgo, de modo que la decisión que se tomó fue traer equipo de grúa, hacer las perforaciones y quebrar desde la base y hacia arriba la roca en bloques más pequeños”, explicó.
