Lineth Saborío, candidata de la Unidad Social Cristiana (PUSC), Lineth Saborío, defendió el papel del Consejo Nacional de Producción (CNP), entidad criticada por los precios de los alimentos a los que, obligatoriamente, le deben comprar escuelas y cárceles. Se trata de productos cuya calidad también ha sido cuestionada.
“El CNP, por supuesto que es de nuestro de interés, haciendo, en todas sus diferentes áreas, lo que le corresponde hacer. Aquí no se trata de cerrar cosas por cerrarlas; aquí lo que vamos a hacer es las cosas bien hechas”, afirmó Saborío.
El Programa de Abastecimiento Institucional (PAI) del CNP afronta cuestionamientos debido a los elevados precios que pagan las escuelas en comparación con ferias de agricultor o supermercados.
La socialcristiana varió su posición en cuestión de dos días. La mañana del 22 de octubre, en Twitter, cuestionó la decisión de los diputados de rechazar un proyecto de ley que libraría a las instituciones públicas de comprarle los alimentos al Consejo.
Al responder la inquietud de un usuario en esa red social, la candidata respondió que “el CNP ya cumplió su ciclo y perdió su razón de ser”.
El CNP ya cumplió su ciclo y perdió su razón de ser.
— Lineth Saborío (@LinethSaborio) October 22, 2021
Dos días después, el domingo 24 de octubre, durante una gira por Cartago, la socialcristiana argumentó que el PAI sirve para que 30.000 familias coloquen sus productos, aunque insistió en que debe revisarse el programa y “pagarse los precios correctos”, con el fin de que “no se desvirtúe su propósito y no se perjudiquen las juntas de educación que son quienes adquieren estos productos”.
La relación de los pequeños y medianos productores agropecuarios con las juntas de educación debe ser de ‘’ganar-ganar’', apuntó la candidata. Aquí es donde el CNP debe revertir esta situación y recuperar su razón de ser, según su exposición.
“Cuando una institución deja de cumplir un ciclo hay que remozarla, hay que reactivarla, hay que decirle por dónde vaya. Nosotros no nos podemos quedar con un solo plan específico”, expuso en Cartago.
Consultado el miércoles pasado sobre el tema, el equipo de prensa de Lineth Saborío dijo que la candidata se refería a que “los programas que funcionan se deben quedar y los que no, revisarlos”.
“Es urgente implementar una cultura de evaluación que demanda transparencia y rendición de cuentas a la ciudadanía e interesados de la gestión pública”, añadió por su parte la candidata.
“Escucharemos a los productores para comprender el sistema de costos porque siempre abogaremos por quien produzca reactivación económica a precios justos para nuestros niños”, continuó, al tiempo que llamó a “todos los actores, pero muy especialmente las instituciones públicas”, a entender la importancia de poner al ser humano en el centro de sus agendas. “Esa será siempre nuestra prioridad”, finalizó.
En el mes de julio, La Nación reportó, con base en información brindada por el mismo Consejo, que 26 de los 312 proveedores se dejan el 45% de los ¢91.948 millones destinados en el 2020 para comprar alimentos descuelas, cárceles, policías y hospitales.
Por ley, todas las instituciones están obligadas a comprarle al CNP productos como carnes, lácteos, vegetales, frutas y abarrotes.
Una encuesta realizada por la Contraloría General, con 124 directores de escuela, encontró que el “66,3% de los usuarios considera que los precios de los productos son altos en comparación con proveedores locales”.