El Gobierno valida con el Fondo Monetario Internacional (FMI) el impacto de los cambios planteados a cinco proyectos de impuestos, incluidos dentro del plan de ajuste fiscal para equilibrar las finanzas públicas.
Así lo dijo este lunes el ministro de Hacienda, Elian Villegas, sin detallar cuáles serían los nuevos rendimientos de cada uno de los proyectos que se negocian con el organismo.
“Los rendimientos los estamos validando con la gente del Fondo, entonces todavía no los tenemos a disposición. Estamos en esa etapa de análisis técnico para tener un rendimiento lo más exacto posible”, confirmó el jerarca.
El Ministerio de Hacienda envió la semana anterior a la Asamblea Legislativa propuestas de textos sustitutivos de los proyectos de renta global y reducción de exoneraciones fiscales.
El resto de la lista la completan el aporte de las empresas públicas en competencia, el impuesto a los premios de la lotería y el ajuste al tributo de las casas de lujo.
La idea del Poder Ejecutivo es facilitar la negociación política de esta agenda, dado que diputados de oposición se niegan a aprobar el paquete de impuestos acordado con el FMI.
Con las cinco iniciativas, el Gobierno proyectó en un principio recaudar un 1,17% del producto interno bruto (PIB) anual, unos ¢447.000 si se toma de referencia el tamaño de la economía del 2021.
Sin embargo, con los cambios, las proyecciones de ingresos podrían disminuir.
“Es probable que en el transcurso de esta semana se termine ese proceso y ahí diríamos exactamente cómo quedan”, justificó el ministro, al no detallar el impacto de las medidas.
Cuando comunicaron a los diputados de las nuevas redacciones, la semana anterior, Villegas y la ministra de la Presidencia, Geannina Dinarte, explicaron que el Gobierno se había acercado al FMI para evaluar los ajustes.
“Esto es relevante en la coyuntura de la primera revisión que la misión llevará a cabo entre los meses de setiembre y octubre”, apuntaron en un oficio.
Ajustes propuestos
En renta global, por ejemplo, Hacienda propone subir de ¢683.000 mensuales a ¢702.000 el monto a partir del cual los asalariados y trabajadores independientes tendrán que pagar impuesto de renta.
Con este plan, inicialmente se había proyectado recaudar 0,43% de la producción anual, un poco más de ¢164.000 millones.
En reducción de exoneraciones, el Gobierno decidió excluir del proyecto de renta global el salario escolar.
Hacienda propone que el salario escolar, que actualmente está exonerado de impuesto de renta, tribute de forma independiente. Inicialmente se proyectaba recaudar 0,12% del PIB por año, cerca de ¢46.000 millones.
Del mismo modo, Hacienda desistió de elevar al 15% el pago de renta a los excedentes de las asociaciones solidaristas y las cooperativas. La idea inicial era recaudar el 0,09% de la producción anual, alrededor de ¢34.000 millones.
El aporte de las empresas estatales al pago de deuda pública se bajaría del 0,20% de la producción al 0,15% por cada uno de los cuatro años que duraría la medida.
La reducción implicaría ¢19.000 millones anuales menos.
Por su parte, el impuesto del 25% a los premios de lotería, ya no sería a partir de los ¢225.000, sino desde los ¢462.000. Sin embargo, con la nueva redacción se propone cobrar el tributo a las loterías ilegales.
En la versión inicial solo se planteaba gravar los juegos de la Junta de Protección Social (JPS).
En cuanto al impuesto a las casas de lujo, se propone mantener el cobro a casas con un valor superior a los ¢133 millones, como ocurre en la actualidad, salvo que la tasa sería del 0,5% anual, en vez de una progresiva.