El presidente de la Asamblea Legislativa, Eduardo Cruickshank, promete que el camino no será nada fácil para un Presupuesto Nacional 2021 que llega en medio de una severa crisis sanitaria y económica.
Cruickshank dijo que el trabajo de la Comisión de Asuntos Hacendarios del Congreso será “minucioso, de lupa, para que no se vayan gastos superfluos o que no sean indispensables en este momento”.
“Hay gastos importantes, pero no indispensables y que podrían esperar a tiempos mejores, para cuando haya una mediana reactivación de la economía”, adujo Cruickshank.
Luego de recibir el plan de gastos por ¢11,4 billones, el jerarca parlamentario advirtió de que no es momento para incluir en ese proyecto ni siquiera los gastos que podrían considerarse “importantes”.
“Es un presupuesto atípico y excepcional. Debe tener como norte, diría yo, una reducción considerable del gasto, ya que los ingresos han mermado considerablemente”, alegó Cruickshank.
Añadió que, en su opinión, los gastos más urgentes son en salud, reactivación económica y seguridad pública, porque la “pérdida del empleo puede ocasionar un aumento en la inseguridad”.
El restauracionista opinó, además, que el Gobierno Central debe invertir en la generación de fuentes de empleo, para evitar esos riesgos.
“En medio de esta crisis económica tan severa, no debemos permitir gastos más allá de los indispensables para el funcionamiento del aparato estatal y, por supuesto, infraestructura y el mantenimiento de la obra social, porque los más vulnerables son los más golpeados por la crisis”, indicó el presidente del Directorio.
Sostuvo que los diputados tienen la capacidad de sacar aprobado, en noviembre, un presupuesto ajustado a las circunstancias sanitarias y fiscales por las que atraviesa el país.
Silvia Hernández: ’La pregunta es cuánto se cubre con deuda’
La presidenta de la Comisión de Asuntos Hacendarios, Silvia Hernández, explicó que el reto más grande, según su criterio, es cuánto de ese presupuesto de ¢11,4 billones se cubre con deuda.
Esa advertencia ya la había hecho antes la Contraloría General de la República, recordó Hernández, y enfatizó en que ahora les toca a los diputados hacer esa revisión.
“La Contraloría anticipaba que iba a ser más de un 50%. Eso nos impone, como ciudadanía y como país, un reto sobre las decisiones que tenemos de frente. Esta es una discusión que no será ajena a aquella hacia la que se enrumba el país, en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), para hacer reformas mucho más estructurales”, dijo la presidenta de la comisión.
La liberacionista agregó que está claro que la situación del país no se arregla con ajustes en el presupuesto, sino que “hay que entrar en otras propuestas”.
Por otra parte, Hernández destacó que ahora el proyecto de Ley de Presupuesto Nacional incluya los planes de gastos de los órganos desconcentrados.
“Antes no llegaba ni el 40% del presupuesto total. Con la llegada de estos órganos, la Asamblea va a tener un mayor control. Hay muchos recursos que generalmente no llegan a la Asamblea”, enfatizó.
Tal como lo establece el Reglamento de la Asamblea Legislativa, el Presupuesto Nacional se estudia en la Comisión de Hacendarios por casi dos meses, entre setiembre y octubre, y debe llegar al plenario legislativo a finales de octubre.
A partir del 1.º de noviembre, el proyecto empieza su discusión en el trámite de primer debate y debe estar aprobado, definitivamente, antes del 29 de ese mes.