Los diputados reformaron, este lunes, el Reglamento de la Asamblea Legislativa para trasladar la sede del plenario del Congreso, en caso de ser necesario, a cualquier lugar del país que cumpla con las condiciones necesarias, en caso de “conmoción interna, calamidad pública o emergencia nacional”.
La decisión se dio después de una extensa discusión y negativa de diputados como Shirley Díaz, y amplias explicaciones de los promotores de la modificación reglamentaria, ante la declaratoria de emergencia nacional por el nuevo coronavirus covid-19.
El acuerdo de reforma reglamentaria se votó a las 6:13 p. m. de este lunes y tuvo la aprobación de 42 legisladores. La modificación requería de 38 votos.
En contra, se pronunciaron cuatro congresistas: Shirley Díaz y Óscar Cascante, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC); Wálter Muñoz, del Partido Integración Nacional (PIN), y la independiente Nidia Céspedes, del bloque Nueva República.
Específicamente, se trata de una reforma al artículo 47 del Reglamento legislativo, donde se disponen los casos en que se puede trasladar la sede del plenario.
Antes, ese artículo impedía sesionar sobre temas que no fueran “estrictamente protocolarios”.
La nueva redacción se incorporó, de forma inmediata, al cuerpo reglamentario, pues se trata de una modificación de las reglas internas del Congreso.
El nuevo texto dice así:
“El Plenario podrá trasladar su sede a otro lugar de la República, mediante votación no menor de dos terceras partes del total de sus miembros. No obstante, en las sesiones que celebre fuera de su sede oficial, no podrá conocer asuntos ajenos a los estrictamente protocolarios que hayan motivado su traslado, salvo que dicho traslado obedezca a motivos fundados en casos de conmoción interna, calamidad pública o emergencia nacional. En esos casos, la Asamblea puede actuar en el pleno uso de todas sus facultades constitucionales, legales y reglamentarias.”
El padre de la propuesta de reforma al Reglamento, Carlos Ricardo Benavides, dijo que estaba entusiasmado por la actitud de la Asamblea, por la intención de aprobar medidas extraordinarias para asegurar el trabajo y los acuerdos y leyes que requiere el país.
“Es un momento excepcional al que no estamos acostumbrados, que no hemos vivido en los años y probablemente en la historia no hay una situación de características idénticas a lo que hoy está viviendo el país", destacó Benavides, quien hizo referencia a la importancia del Congreso dentro del sistema democrático.
Aseguró que los costarricenses requieren que los congresistas se pongan a la altura de las circunstancias, trabajen y saquen adelante las reformas que en un momento “tan especial de la historia” requieren.
Luego de hacer la modificación reglamentaria, 46 diputados se pusieron de acuerdo para autorizar, durante un periodo de 60 días, el traslado del plenario del Congreso a otro lugar o lugares del país, en caso de ser necesario realizar sesiones durante el periodo de atención de la emergencia del nuevo coronavirus.
Dicha moción también autoriza a la presidencia del Directorio legislativo las potestades “suficientes y necesarias” para realizar las sesiones del plenario en el recinto ordinario o cualquier otro donde se garanticen las condiciones de “publicidad, derecho de enmienda y del quórum requerido para sesionar”.
Para esos efectos, se establece que la presidencia del Congreso estaría obligada a convocar las sesiones con 24 horas de antelación.
Antes, los congresistas también habían aprobado una moción para sesionar, a doble turno, durante casi toda la semana para tramitar las iniciativas que el Ejecutivo puso en sus manos.
La independiente Zoila Rosa Volio hizo un llamado a los legisladores a guardar los colores políticos y los egos, por el estado de emergencia. “Hay pocos precedentes, pero hago un llamado de ser generosos y no convertir esto en algo mezquino, de campañas políticas, porque está por encima el bienestar de la patria”, dijo.
Enrique Sánchez, del Partido Acción Ciudadana (PAC), agradeció la iniciativa de los demás congresistas y destacó el objetivo del plan porque es “decirles a los costarricenses que vamos a estar listos para reaccionar cuando se requiera, en emergencia, que no nos vamos a limitar por la rigidez del Reglamento”.
El liberacionista Roberto Thompson también destacó que “hay miles de costarricenses esperando que el Gobierno de la República y la Asamblea Legislativa den respuesta a sus demandas” y hacerlo con la mayor voluntad y responsabilidad patriótica, además de dejar de lado los protagonismos y los egos de cada diputado.
“Hoy tenemos que demostrar de qué estamos hechos y eso trasciende las formas, para entrarle a la discusión del fondo. Estoy seguro de que esta Asamblea estará dando un paso al frente para darle respuesta a la gente que está esperando”, dijo.
En cambio, la socialcristiana Shirley Díaz afirmó: “Quiero que quede claro y que quede en actas que esta diputada no va a aprobar este proyecto de ley, porque está trascendiendo a un espacio distinto a la pandemia que nos está ocupando como parlamento”.
Alegó también que no es nada difícil conseguir 38 votos en el plenario y que el cambio reglamentario se hace, a su gusto, “sin la discusión profunda” que esa modificación se merece.
“Estamos dando la facultad para que 38 diputados, en el momento en que lo consideren pertinente, trasladen el parlamento a otro lugar. (...) Esta medida se pudo haber tomado de manera temporal; sin embargo, la estamos tomando de forma permanente”, criticó la socialcristiana.
Añadió que no tenía este plenario actual por qué darle “facultades distintas a este parlamento para sesionar en otro lugar” y alegó que esa potestad se podría prestar para situaciones que “no necesariamente vayan a fortalecer el régimen democrático".
El frenteamplista José María Villalta trató de tranquilizar, desde su micrófono, a la socialcristiana Shirley Díaz en el sentido de que el proyecto busca respetar todos los principios del procedimiento parlamentario, de publicidad, de participación ciudadana.
“No es que la Asamblea se va a trasladar a un búnker, bajo tierra, donde la gente no pueda seguir las sesiones ni acercarse a manifestarse al parlamento. Es una potestad”, dijo Villalta. Añadió que el país no está en una situación ordinaria, sino de emergencia, de excepción.
Después de Díaz, usó la palabra el también socialcristiano Pedro Muñoz, quien dijo que votaría a favor de la iniciativa pero, a la vez, opinó que “el Poder Ejecutivo no ha planteado una agenda integral” para afrontar los efectos del covid-19.
“Estamos desde el PUSC dispuestos a tomar las decisiones responsables, pero queremos entender la propuesta integral y votar integralmente cada uno de los proyectos, no queremos que se presenten proyectos aislados y que no podamos el bosque, la integralidad de lo sucedido”, alegó Muñoz.