En el bulevar de la Asamblea Legislativa, el Ministerio de Seguridad Pública hizo un acto público, este miércoles, en el que varios diputados destruyeron armas que fueron utilizadas en una serie de delitos, pese a que estaban inscritas legalmente a nombre de personas físicas o jurídicas.
En la actividad participaron los legisladores Carolina Hidalgo, Enrique Sánchez, Luis Ramón Carranza, Laura Guido, Mario Castillo, Nielsen Pérez y Víctor Morales Mora de, Acción Ciudadana (PAC); Floria Segreda y Marulin Azofeifa, de Nueva República; Karine Niño, del PLN; María Vita Monge, del PUSC; Eduardo Cruickshank, de Restauración Nacional; y José María Villalta, del Frente Amplio.
Entre las 21 armas destruidas, varias se usaron en homicidios, robos agravados, amenazas, agresiones, violencia doméstica y transporte de droga, entre otros actos delictivos.
El acto de destrucción de armas se hizo como un llamado a que los diputados aprueben la reducción de armas que puede tener cada costarricense, en el proyecto de ley que se tramita en el Congreso y que pasará al plenario en los próximos días.
Aunque originalmente los legisladores dictaminaron el expediente legislativo con la propuesta de limitar las armas de 3 a 1, posteriormente una alianza entre el PLN, Integración Nacional y el Republicano Social Cristiano echó para atrás en la reducción de los permisos de armas en la Comisión de Seguridad y Narcotráfico.
Los pedazos de armas se le entregan a un artista, para que con ellas realice obras de arte. Varias de esas obras estarán expuestas en la presidencia de la Asamblea Legislativa.
“Son armas que les hemos arrancado, literalmente, a la delincuencia. Las hemos sacado de las calles para convertirlas en obras de arte. Queremos transformar un elemento diseñado para matar, en algo bonito, bueno, importante, atractivo para las personas, significativo”, dijo Michael Soto, ministro de Seguridad.
El jerarca enfatizó que, además de destruir y limitar armas, hay un compromiso en el combate al crimen organizado, que “no es fácil, ni sencillo, ni rápido”.
No armar a la ciudadanía
La presidenta del Congreso, Carolina Hidalgo, explicó que el acto simbólico de destruir armas en el bulevar legislativo “alberga la genuina esperanza de que la votación en el plenario de las normas que se discuten tenga el enfoque y el mensaje sobre esa destrucción de armas”.
Agregó la jerarca que se trata de un acto simbólico que tiene la esperanza de sensibilizar y provocar un cambio.
“Tenemos una responsabilidad de hacer un cambio, forjado por distintas administraciones, para resguardar el legado construido por Costa Rica a nivel internacional, como país de cultura de paz, que se plantea nuevos retos ante la inseguridad, pero nunca la violencia”, apuntó.
También dijo que debilitar al Estado y armar a la ciudadanía nunca ha sido la solución.
El viceministro de Seguridad, Eduardo Solano, apuntó que por año se producen 14.000 millones de armas, un arsenal que se podría utilizar para matar a toda la humanidad, y sobraría para hacerlo de nuevo.