El Gobierno de Costa Rica desconoció la Asamblea Nacional instaurada en Venezuela este 5 de enero en Caracas, la cual quedó dominada por el chavismo luego de los comicios del 6 de diciembre del 2020. De los 277 escaños, 256 quedaron en manos de diputados afines a Nicolás Maduro.
“El Gobierno de Costa Rica reafirma que no reconoce la legalidad ni la legitimidad de la Asamblea Nacional instalada el día de hoy, que es resultado de un proceso que no contó con las garantías mínimas de transparencia, de inclusividad, de amplia participación de todos los actores, y de supervisión independiente. Lo anterior constituye una flagrante violación del Estado de derecho”, declaró la Cancillería.
La Casa Amarilla reiteró su preocupación por la situación que viven los venezolanos y calificó al gobierno de Nicolás Maduro como un “régimen ilegítimo”.
“El Gobierno de Costa Rica reitera, una vez más, su profunda preocupación por la seria situación de los derechos humanos, la crisis humanitaria, y los obstáculos al ejercicio pleno de los derechos políticos de la población venezolana, y subraya contundentemente la responsabilidad del régimen ilegítimo de Nicolás Maduro en su continuado deterioro”, expuso la Cancillería.
El Gobierno costarricense agregó que sigue con atención los acontecimientos en Venezuela y “se mantiene en continuo estudio de criterios técnico-jurídicos, y en permanente consulta con gobiernos amigos y socios regionales, para determinar los siguientes pasos hacia una solución pacífica, realista y pragmática, de la crisis multidimensional que sufre el pueblo venezolano”.
Costa Rica desconoció al gobierno de Maduro desde enero del 2019 y declinó asistir a la toma de posesión de su segundo mandato.
En ese mismo mes, la administración de Carlos Alvarado reconoció al diputado Juan Guaidó, político opositor al régimen de Maduro y jefe del parlamento venezolano, como presidente interino de Venezuela.
Al mes siguiente, en febrero del 2019, Costa Rica les otorgó 60 días a los diplomáticos de Maduro para que abandonaran el país, al tiempo que recibió a la delegación de Guaidó.
En una entrevista concedida a La Nación en diciembre del 2020, el canciller Rodolfo Solano afirmó que Costa Rica debía replantearse sus relaciones con Venezuela ante los nuevos acontecimientos: “Cada paso que se dé en adelante tiene que tener como objetivo que regrese la democracia, que llegue la ayuda humanitaria y se respeten los derechos humanos”.
La Embajada de Costa Rica en Caracas se cerró definitivamente el 30 de setiembre. El mobiliario de dicha oficina se trasladó en un contenedor hasta San José.