La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y el Ministerio de Hacienda negocian la forma de cubrir la caída en los ingresos que alimentan las pensiones para adultos mayores en pobreza, del Régimen No Contributivo (RNC).
Los impuestos son la más importante fuente de financiamiento del Régimen No Contributivo (RNC), gracias al cual 122.000 adultos mayores reciben una pensión mensual de ¢82.000. Otros 4.000 son personas con discapacidades múltiples que también obtienen un beneficio mensual de ¢300.000.
La mitad del presupuesto del Régimen se nutre de una transferencia de ¢86.000 millones, la cual a su vez se alimenta de la recaudación tributaria. Además, percibe una partida específica de ¢3.000 millones del impuesto sobre el valor agregado (IVA).
El presupuesto total, de ¢172.000 millones, lo completan ¢67.000 millones provenientes de los aportes patronales, mientras que unos ¢4.000 millones vienen de la Junta de Protección Social (JPS).
Los ¢12.000 millones restantes corresponden a un superávit que se utiliza en enero para pagar las pensiones de ese mes, mientras el Gobierno realiza el traslado de fondos para el año que se inicia.
Todas estas fuentes de financiamiento están en riesgo de disminuir por la desaceleración económica a causa de la emergencia del coronavirus.
Según la Ley de Protección al Trabajador, cuando todos esos recursos no alcancen para sostener el régimen, el Ministerio de Hacienda debe proveer otras fuentes de financiamiento que garanticen su suficiencia.
Ubaldo Carrillo, gerente de Pensiones de la CCSS, afirmó que existe “una gran apertura” por parte del Ministerio de Hacienda y del Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf) para buscar otras formas de financiamiento al RNC en caso de ser necesario.
“En este momento, lo que debemos darle a la ciudadanía, y principalmente al adulto mayor, es la tranquilidad de que este mes y los siguientes podrá cobrar la pensión”, afianzó.
Carrillo asegura estar preocupado por la caída que, irremediablemente, tendrá el IVA, pues es uno de los impuestos que más decrece cada vez que se desacelera la economía.
“Aquí el tema es impuesto de ventas. Hay que darle un seguimiento muy exhaustivo a cómo se va a comportar el financiamiento del Régimen No Contributivo por medio del impuesto de ventas, y también darle seguimiento muy exhaustivo al recargo de planillas porque, si esas dos fuentes se caen, Hacienda va a tener que aumentar la transferencia por las otras fuentes de universalización que tiene”, aseguró.
“El impuesto de ventas, creo yo, es el que se está deprimiendo más. En febrero nos trasladaron el 72% de los recursos que estaban presupuestados”, expresó.
En el caso del Fodesaf, el fondo se nutre de los aportes de los patronos sobre el salario de sus trabajadores.
Sin embargo, la recaudación por concepto de las planillas patronales caerá en la coyuntura generada por el covid-19.
Al viernes 27 de marzo, 595 empresas habían pedido al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) la suspensión temporal de los contratos laborales de 8.911 trabajadores, pues la crisis económica no les permite seguir pagándoles a sus empleados.
A esa lista de patronos falta sumarle 230 más, que no se contabilizan formalmente porque tienen pendiente presentar ciertos requisitos.
Adicionalmente, otras 257 empresas solicitaron al MTSS la reducción de jornadas de 4.839 colaboradores quienes, aunque no perderán el trabajo, verán significativamente disminuido su salario mensual, pues laborarán menos horas.
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"Hay que darle un seguimiento exhaustivo”, alertó el director de Pensiones de la Caja.
“En enero y febrero (de este 2020) tuvimos un financiamiento del 93% (producto de aportes patronales). O sea, hubo un 7% de los recursos que no se nos trasladaron. Aunque, claro, ya en marzo veremos datos más interesantes”, enfatizó.
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Recursos frescos
Ante tanta incertidumbre, la semana anterior, los diputados aprobaron una reforma que le dará un respiro a las jubilaciones para personas de escasos recursos.
Se trata de una ley que transferirá al RNC los ¢12.000 millones de la contribución solidaria cobrada a las pensiones de lujo.
La normativa recién aprobada permitirá al RNC financiar al menos 10.000 nuevas pensiones para pobres.
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Aparte de los 122.000 ciudadanos de oro que reciben hoy una pensión del Régimen No Contributivo, otras 4.000 personas con discapacidad y en vulnerabilidad social también cuentan con subsidios. Para ellas, la ayuda es de ¢300.000 mensuales.
En total, el RCN auxilia a 126.000 habitantes en pobreza y pobreza extrema quienes no tuvieron un trabajo formal y, por lo tanto, no cotizaron para ningún régimen.