La forma de ser de Carlos Alvarado no ha cambiado desde el 1.° de abril, cuando fue elegido presidente de la República.
Su carácter sí. Ahora, hecho presidente, exhorta con vehemencia a los futuros diputados para que no dilaten el trámite de la reforma tributaria y les afirma con certeza que confía en su juicio, pese a las diferencias que tienen algunos con la iniciativa y las intenciones que muestran de querer alargarle su trámite para estudiarlo más.
Por lo demás, Alvarado sigue con su hablar pausado de siempre, su fino sentido del humor y el ceño fruncido por naturaleza. El nuevo presidente todavía escudriña torres de currículos para terminar de armar su Gabinete.
Lo hace en el piso 13 de la sede del Instituto Nacional de Seguros en San José, donde tiene una oficina temporal con una vista privilegiada del Valle Central. Allí trabaja entre 12 y 14 horas al día en compañía de su equipo más cercano.
Por ahí desfilan desde hace tres semanas los futuros ministros que anunció al país el jueves 26 de abril.
Y ahí mismo recibió a un equipo de La Nación el viernes 27 para conversar por espacio de una hora y veinte minutos sobre la eterna tarea de reducir el déficit fiscal, el estrecho margen que tiene el Poder Ejecutivo para manipular el Presupuesto Ordinario, comprometido en un 95%, y el álgido tema de la seguridad ciudadana.
En adelante se resume el diálogo con el futuro mandatario.
-¿Qué sigue para el plan fiscal, ahora que usted está a punto de llegar a la Presidencia? ¿Va a ejecutar alguna acción distinta de las que se han ejecutado hasta ahora para impedir que el proyecto de Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas se caiga, ahora que a Liberación Nacional le surgen dudas por su negociación con el Frente Amplio rumbo al gobierno nacional?
-Creo que todo se debe a un malentendido. El acuerdo entre don Rodolfo y mi persona está incólume, no ha cambiado en nada. Lo que pasa es que hay una mala interpretación, porque en el documento de trabajo con el Frente Amplio, ellos en su propio entender, pusieron cosas, quitaron cosas, pero no es el documento, digámosle así. El documento entre don Rodolfo y mi persona está incólume. Lo que se ha hablado con el Frente Amplio es cuáles son los puntos que ellos, desde el Ejecutivo, respaldan, y de cuáles se abstienen.
"Y, en lo legislativo, cuáles son los puntos en que ellos se abstienen. No es que se haya eliminado. Ahí nace un malentendido que ha provocado esto. Entonces, cuando hay un malentendido, la buena fe es un remedio, y una buena explicación en esto subsana el tema. Eso sigue incólume. El piso está parejo.
"¿Qué queda? Bueno, de parte del Ejecutivo, ser responsable en materia de gasto, eficiente, recaudar mejor los impuestos, luchar contra el contrabando, contra la subfacturación. Esa será la tarea de muchos ministros, pero principalmente de doña Rocío (Aguilar), desde Hacienda. Por eso pusimos una persona de ese talante, de esa calidad. Nosotros haremos nuestra tarea desde el Ejecutivo de forma responsable. El proyecto está en la Asamblea Legislativa y Costa Rica requiere que el proyecto sea aprobado.
"Entonces, las personas tomadoras de decisiones en esa sede, deberán hacer su parte”.
-Rodolfo Piza dijo que con el plan fiscal en trámite y la regla fiscal constitucional no sería necesario que se eche a andar un nuevo proyecto tributario. ¿Coincide, o piensa, como la futura ministra de Hacienda, que apenas es un primer paso?
-Creo que todos hablamos de lo mismo, pero el abordaje es diferente. El proyecto fiscal ayudará pero no es suficiente; cuáles son las otras medidas que hay que asumir, probablemente tocará que el Ejecutivo dé otras muestras de eficiencia, de logros, de distintas materias, para ganarse también el derecho en otras áreas que son necesarias desde el punto de vista fiscal, pero tiene que ver más con la administración de los tiempos políticos que con otra cuestión. Pero en cualquiera de los escenarios hay que avanzar y hay que dar resultados. Y hay que avanzar en las dos líneas, no solo en una. El Gobierno puede mejorar la recaudación, bajar el contrabando, bajar la elusión, tener eficiencia y generar una serie de medidas que son muy positivas para el país, pero aun así es necesario el proyecto legislativo.
“No hay un escenario donde eso no sea necesario”.
-Ya el proyecto salió del Congreso en este periodo que finaliza sin aprobarse en primer debate, que era lo que se pedía, y los nuevos diputados están pidiendo un espacio, un margen, para poder analizar el texto ¿Cuál va a ser la posición de su Gobierno? ¿Cuál cree usted que debe ser el tratamiento que se le dé al proyecto a partir de que asuman los próximos 57 diputados?
-Yo confío en el juicio de los diputados y diputadas y también entiendo su interés en tener un margen de maniobra para el proyecto. Y también sé que como costarricenses amantes de este país y responsables sabrán hacer lo correcto con ese proyecto, que es llevarlo a buen puerto y aprobarlo. Entonces creo que es importante ese compás en el marco que está ahora, que es una vía rápida.
-Justifica usted, entonces, que los diputados alarguen la discusión del proyecto un poco más.
-Si eso es lo que se requiere, ellos son soberanos para hacerlo.
-¿Ha tenido hasta ahora contactos con personeros de organismos financieros multilaterales? ¿Ha hablado usted o gente cercana a usted con las calificadoras de riesgo internacionales?
-Sí, he tenido oportunidad de conversar con representantes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), del Banco Mundial, en la campaña con representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y recientemente con representantes de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
¿Se adelantó algún compromiso de su gobierno con estos organismos?
-Esto que les adelanto a ustedes: responsabilidad. Y está plasmado en el acuerdo con don Rodolfo Piza.
-¿Sintió algún tipo de exigencias de parte de esos organismos por la delicada situación del país en materia fiscal?
-No. Sentí que nos están exhortando a actuar. Lo que sí tengo muy claro es que si no actuamos, vendrán las exigencias y yo no quiero llegar ahí. Nadie quiere llegar ahí, por eso lo importante de actuar especialmente en la sede legislativa.
-¿Se ha puesto usted alguna meta de reducción del déficit?
-La meta que se ha identificado es que al final en el año 2022 llevar el déficit a un 3% del producto interno bruto (PIB). Y se estima que año a año y estamos hablando de que cada año calendario se reduciría el déficit en un 0,75% del PIB con la reforma fiscal.
-¿Se imagina un arranque del Gobierno sin reforma fiscal? Es un escenario probable.
-Bueno, espero que no sea así porque Costa Rica lo necesita, y todos, en cuenta los diputados, somos personas que amamos a Costa Rica. Pero también he reclutado a un excelente equipo que llega en buen momento, en caso de que Costa Rica necesite maniobrar. Pero nadie quiere llegar ahí. De hecho, por eso son las excitativas tan respetuosas.
-¿Ha conversado usted con los nuevos diputados sobre el plan fiscal y el texto que se propone?
-Hay conversaciones, pero creo que también hay que esperar a que los diputados estén en sus curules, así como nosotros en Zapote para profundizar en los diálogos.
-¿Contempla alguna acción desde el Ministerio de Hacienda para ampliar el margen de maniobra de la política presupuestaria? En este momento solo un 5% del Presupuesto Ordinario es manipulable, el resto está comprometido.
-Hay propuestas, como el proyecto de destinos específicos, que otorgan un grado de maniobra.
-Los diputados eliminaron el viernes un capítulo similar del proyecto de Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas…
-Bueno, pero el proyecto está ahí en el Congreso. Por eso digo, hay una corresponsabilidad y yo, en lo que está en mi responsabilidad, haré todo lo necesario para resolver esto y espero que quienes tengan otras responsabilidades también me echen una mano. Y sé que lo harán. Confío, por el amor que compartimos por Costa Rica, y sé que la gente lo va a hacer.
"Hay otras herramientas que estamos explorando, positivas, y esperaríamos echar mano de ellas. Aquí no estoy hablando de nada drástico".
-¿Cuáles, por ejemplo?
-Bueno, esas son las cosas que tanto el equipo económico recién terminado de configurar ayer (el jueves) tenemos que conversarlo. Hemos valorado opciones positivas y también a mí me parece que nos ayudarán en los próximos meses.
-¿Qué tan inevitable es una reforma en empleo público?
-Es importante. Yo siempre he hablado de la importancia de la eficiencia y de quitar las desigualdades que existen en el empleo público y de mejorar el Servicio Civil, y avanzaremos en eso. Pero avanzaremos por la ruta que creo que es la oportuna, que es el diálogo tripartito para rescatar, otra vez, lo que nos une, para avanzar por ahí.
-En el caso de Ottón Solís, ¿qué significa que sea el consejero presidencial, es quien le hablará al oído al presidente?
-En campaña yo dije dos cosas que son consistentes hasta el día de hoy. Una, que me preguntaron, creo que antes de la convención del PAC. ¿Cuál era el rol que yo veía para don Ottón Solís? Y yo dije: lo quiero como un consejero muy cercano. Me seguían preguntando si yo era la continuidad del cambio y yo dije: sí, soy la continuidad de un cambio que inició, pero no en el 2014, sino en el 2000 (año de fundación del PAC).
"Ambas cosas son ciertas. Uno: yo quiero que Ottón Solís sea un consejero cercano y la posición en el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) le da la mayor flexibilidad, no solo para apoyar al país en temas de financiamiento, sino para apoyar, aconsejar, de la manera más libérrima, al presidente.
"Ustedes fíjense, hablando de confianza, quiénes han sido los representantes ante el BCIE en los últimos gobiernos y vean la relación que tienen con el presidente. Generalmente son personas de mucha cercanía, pero que son consejeros".
-Primero se decía que son los tesoreros de la campaña, de los partidos, como Jorge Wálter Bolaños, Alfredo Ortuño.
-Son personas cercanas, en efecto. Eso es lo que son, también. A mí me complace que él pueda tener ese espacio para asesorarme a mí. Don Ottón no es que conoce de una materia, él con su carrera conoce de muchísimas materias, no solo lo económico. También agro, lo fiscal, conoce de la materia legislativa, reglamentaria, planificación, presupuestación.
-Es un hombre de un carácter muy fuerte y, bueno, hasta donde lo conocemos nunca se ha guardado nada. ¿Fue estratégico no tenerlo directamente en el Gabinete, sino darle un puesto tal vez un poco más al margen, menos político, para evitar roces con otras personas del Gabinete, o con usted mismo?
-Yo creo que el presidente necesita alguien que le susurre muy duro en el oído. Eso es lo que tengo, probablemente, alguien que me va a decir la verdad siempre.
-¿Su conciencia, tal vez?
-Es lo que considero. Su punto de vista. Entonces, eso me complace.
-Rodolfo Piza viene de ser candidato presidencial, rival suyo por la presidencia de la República. Es inevitable pensar que Rodolfo Piza tiene todavía mucha cuerda política por cortar, y él no lo ha negado. Se le ve como un aspirante a la Presidencia. ¿Por qué y en qué momento se decide por Rodolfo Piza como ministro de la Presidencia? ¿Fue parte de los acuerdos del 8 de marzo?
-Para mí, era un paso lógico, de una nueva forma de gobernar que queremos llevar adelante. Y nuevo en Costa Rica, pero si vemos los ejemplos de otras democracias como Francia, con la cohabitación. En Francia gobernó Francois Mitterrand como presidente poniendo de primer ministro a Jacques Chiraq de otro partido, y gobernaron. Y también compitieron electoralmente y pudieron gobernar de manera efectiva ¿Por qué? Porque hay una madurez que trasciende lo partidario. Los gobiernos de coalición en Alemania, hay una tradición de que partidos distintos, con base en un programa, se pueden poner de acuerdo y hacer gabinetes compartidos, el sistema lo propicia. El nuestro tal vez no, pero nada inhibe que lo hagamos como nosotros lo estamos haciendo. En el mismo sistema parlamentario inglés, hay experiencias de gobiernos nacionales.
"En efecto es algo inédito pero tiene que ver, creo yo, con la madurez política que le queremos imprimir al país. En Costa Rica, nuestra política dicta que el ministro de la Presidencia es exclusivamente el hombre de confianza del presidente… Bueno, yo creo que nosotros estamos migrando a una forma de hacer política donde la confianza con el ministro de la Presidencia no solo es personal, sino es una confianza política e institucional, para que en el marco de ese entendimiento se hagan cosas. Es decir, trasciende, es importante, pero trasciende la relación personal y pasa a un plano político esa confianza, es una confianza política".
-Uno de los temas que se conversa o escucha sobre la designación de don Rodolfo, es si tener una persona tan fuerte, con una imagen tan fuerte, puede opacar la imagen del presidente. ¿Usted no lo ve así? ¿O que sea una apuesta muy arriesgada?
-Yo estoy aquí para que brille Costa Rica, no para que brille Carlos Alvarado. Yo soy la tercera persona más joven del gabinete, si no me equivoco. Si yo estuviera preocupado por que la gente brille, no hubiera puesto una excontralora de ministra, que es una persona de gran trayectoria, o no hubiera puesto a un hombre que es cuatro veces exministro y dos veces exdiputado y fundador del PUSC, porque si estuviera preocupado por opacarme, por supuesto que su carrera política es mucho más vasta que la mía, y así hay varios nombres en el gabinete. Un hombre que ha sido once años alcalde con dos reelecciones, la última con un voto de 75%, por mencionar unos. Hay varios, lo mismo don Rodolfo. Pero mi rol aquí no es que yo brille, mi rol es que las cosas funcionen, que Costa Rica avance y que Costa Rica brille. Y ya por estas cosas que estamos haciendo, la mirada del mundo se está girando a nosotros. No a Carlos Alvarado, a Costa Rica, el país que está haciendo las cosas distintas. Ese es mi objetivo, pero tampoco para que Costa Rica brille. A la larga, Costa Rica brilla en el momento en que sus ciudadanos están mejor, todas y todos, ese es el gran objetivo. Y la forma de hacerlo es trayendo el mejor equipo.
-Piza nunca ha sido diputado, y sin embargo es antes ministro de la Presidencia que diputado. Por la relación natural que hay entre esa cartera y la Asamblea Legislativa, usualmente ha sido así. La gente que la ha ocupado ha pasado por la Asamblea Legislativa o ha tenido gran experiencia. En el gobierno de don Luis Guillermo empieza no siendo así y, bueno, en este también.
-Pero en el caso, ahí es donde también van en su favor los talentos de don Rodolfo. Muy joven fue asesor parlamentario, entonces conoce de la materia. Además, fue magistrado suplente de la Sala Constitucional, entonces él en esa materia es muy ducho, tanto en reglamento como en trámite legislativo, como en la ley propiamente y en la Constitución. Tiene formación política, que es lo que se requiere para esto. Entonces, además, hay muchas fortalezas. En la fracción de Acción Ciudadana hay personas como Víctor Morales Mora, como Carolina Hidalgo, que conocen bien del quehacer legislativo, por mencionar dos. Hay más que lo conocen. Don Welmer (Ramos) también fue asesor, don Enrique (Sánchez) conoce muy bien la materia, en fin. Doña Paola (Vega) también conoce la materia, doña Laura Guido. Hay muchos ahí que conocen el teje y maneje.
"Igual en la Unidad Social Cristiana, por ejemplo don Erwen (Masís), ha mostrado tener un talento para esto, entonces hay buenos canales de interlocución. Incluso con la oposición, don Carlos Ricardo (Benavides) es una persona muy fogueada tanto como diputado como ministro de la Presidencia, es un interlocutor con la expertise como lo es el diputado (Carlos) Avendaño, jefe de fracción de Restauración Nacional, tres veces diputado y que sabe. Entonces yo perfilo que hay buenas posibilidades de un diálogo positivo y constructivo, porque también hay experiencia. Y bueno, también sé que las personas que acompañan a don Rodolfo en la tarea del Ministerio de la Presidencia tendrán esa entereza, serán otros soportes para hacer la tarea, entonces, más bien siento mucha confianza de las posibilidades de avanzar".
-¿El hecho de que don Rodolfo esté en el Ministerio de la Presidencia se puede ver como que el gobierno va a pasar de tener una fracción de diez diputados a tener una fracción de 19, de contar a priori los 9 votos de la Unidad, o va a ser una alianza más coyuntural, de temas en específico, o se puede hacer la suma simple y llana?
-Creo que en la Asamblea Legislativa siempre es mala consejera la aritmética pura, porque los temas son muy diversos y estamos hablando de personas y diputados y no de números, sino de voluntades. Pero el hecho de que don Rodolfo esté, yo creo que facilita el aglutinamiento de voluntades, como el hecho de que esté doña Patricia Mora (futura ministra de la Mujer), como el hecho de que haya integrantes de Liberación, o el mismo Édgar Mora (futuro ministro de Educación). Más que hacer aritmética pura, es facilitar las condiciones para lograr las mayorías necesarias.
¿Es el momento oportuno para que el Gobierno descongele su relación con el de Daniel Ortega en Nicaragua?
-No, creo que es un momento para estar atentos (…) Va a ser una posición expectante, pero aún no veo motivos para que cambiemos los elementos que han caracterizado la política costarricense hacia Nicaragua durante las últimas administraciones.
Epsy Campbell dijo el jueves que se propone ampliar los canales de diálogo con Nicaragua…
-Creo que eso no rivaliza con lo que yo digo, tenemos una agenda binacional importante, pienso, por ejemplo, en el cantones de Upala y Los Chiles, donde se requiere mucho desarrollo. Esa es una agenda que requiere de canales de comunicación, la agenda comercial también y la salida de nuestras exportaciones por tierra. Ahí hay que profundizar canales de diálogo. Y en la parte laboral somos receptores de mucha mano de obra nicaragüense que viene a fortalecer la producción costarricense.
Cuando en un país vecino haya evidencia notoria de que se están violando los derechos humanos, ¿cuál va a ser la posición de Costa Rica, va a ser denunciante o estará al margen de lo que ocurra?
-Será acorde con la posición nacional. Nosotros somos defensores de la democracia, la paz y los derechos humanos. También somos fieles creyentes de los órganos multilaterales porque así es como defendemos nuestros intereses en el concierto de las naciones. En ese marco es donde tenemos que manifestarnos como agentes constructivos.
¿Va a invitar a Daniel Ortega al traspaso de poderes?
-Creo que como se ha externado a todos los distintos jefes de Estado. Hay una invitación a todos los jefes de Estado de la región.
-¿Cómo se imagina esos primeros 100 días de su Gobierno, qué metas tiene para cumplir al cabo de ese tiempo, cuáles cosas vamos a ver concretarse, qué líneas va a tirar?
-Yo tengo claridad de que estoy a 115 días de los 100 días y trabajamos conforme a eso. Mi visión de los 100 días es poder darle al país una síntesis de lo que hayamos hecho, porque queremos ejecutar cosas en ese plazo, dar banderazos de salida en temas importantes en esos 100 días.
"También queremos dar claridad en esos 100 días, con mayor precisión, de qué podrá esperar Costa Rica en los próximos cuatro años, hacia dónde vamos de cara al bicentenario.
"Ya a los 100 días habrá claridad en, por ejemplo, el diseño del Presupuesto para el 2019, tiene que haber un avance considerable del Plan Nacional de Desarrollo. Si no tenemos ya el Plan Nacional de Desarrollo, por lo menos tener una ruta y que podamos decirle, ya de una manera muy categórica a Costa Rica, qué puede esperar del gobierno para el 2022.
"Creo que los 100 días debemos hacerlos no viendo atrás, de lo que han sido los últimos cuatro u ocho años, sino viendo hacia delante, mirando hacia lo que tienen que ser los próximos cuatro.
"En esos 100 días, también, Costa Rica necesita que le demos muestras fehacientes de acción. Yo sé que no tendré el beneficio del diagnóstico, ni lo estoy pidiendo. Sé que tampoco tendré el beneficio de la curva de aprendizaje, pero estoy claro que eso tampoco lo estoy pidiendo.
"Lo que sí espero es tener el margen suficiente para que la unidad nacional nos permita hacer cosas. Creo que después de seis meses formales de campaña, aunque fue una campaña que duró más de seis meses, la primer convención inició en enero del 2017, ya tenemos casi un año en campaña permanente, por lo que creo que Costa Rica se merece un paréntesis de la política partidaria.
"Costa Rica necesita profundizar en la política como la de hacer cosas y cambiar cosas. Espero que sí me den un paréntesis de política partidaria para hacer política de la grande, que Costa Rica avance".
-¿En qué áreas plantea delinear la ruta, esas grandes líneas de acción de los primeros 100 días? Sabemos que ambiente sería importante, infraestructura también, seguridad, el área fiscal...
-Por lo menos en siete áreas. Uno, lo fiscal y económico, que incluye lo que le pedimos al Congreso que avance, porque son los diputados los que pueden aprobarlo; nosotros, de nuestro lado pondremos una política responsable desde Hacienda, de ahí la importancia de un nombramiento como el de Rocío Aguilar.
"También, llevaremos la discusión del servicio civil, porque necesitamos hacer más eficiente lo público. En eso, esperamos que el diálogo tripartito nos ayude a mejorar muchas cosas".
-¿Empleo público?
-Empleo público también, pero ustedes conocen mi filosofía, que no es recortista, sino la de la eficiencia. Hoy las cosas no funcionan, pero yo quiero que funcionen. Después podremos hablar de otras consideraciones, pero tenemos que hacer que funcione primero.
"Eso es una área. Otra es la de seguridad ciudadana, donde espero acciones en esa materia, pero como lo ha dicho Michael Soto (futuro ministro de Seguridad), esto no va a cesar de la noche a la mañana. Seguridad ciudadana será un área de acción, tanto desde lo policial como lo preventivo.
"Por eso el nombramiento de María Fulmen en el IMAS. Ella es exviceministra de Seguridad, pero lo que queremos es hacer ese vínculo entre la parte de seguridad y la de atender las áreas más vulnerables, que necesitamos intervenir y atender desde lo social para mejorar su situación".
-En este Gobierno que acaba, los viajes presidenciales al exterior fueron todo un tema. ¿Usted los racionalizará?
-Mis eventuales salidas del país estarán restringidas a aquellas que en efecto requieran de mi participación por ser compromisos, como las cumbres. Costa Rica debe ser representada apropiadamente en las cumbres o para conseguir resultados en el extranjero que se manifiesten en el ámbito local. Creo que cuando el presidente Luis Guillermo Solís salió del país y obtuvo cooperación para recibir lanchas patrulleras o helicópteros, Costa Rica se debe sentir complacida con eso y si el viaje del presidente logró ese equipamiento enhorabuena. Ese es un ejemplo de cómo yo mediría mis viajes al extranjero: obtener resultados para la ciudadanía.
-¿Se cumplió su objetivo de conformar un Gabinete multipartidista con la mayor representación de fuerzas de oposición? ¿O el logro es parcial?
-Mi balance es positivo. Yo me siento muy satisfecho del grupo humano que hemos aglutinado; me siento satisfecho de ver la actitud, la actitud de las personas y colectivamente, que es de construir. Todos tienen un entendimiento de que este tipo de gobierno requiere que seamos flexibles en nuestro actuar, pero siguiendo principios, reglas claras, programa. Entonces, estoy satisfecho hasta este punto.
"También porque, si uno ve el Gabinete persona por persona son profesionales en distintos campos que podrían estar haciendo una labor distinguida casi que en cualquier sector, ganando mucho más, pero han decidido asumir esta tarea porque ven la necesidad de contribuir al país".
-Hubiera preferido una participación mayor de partidos?
-Con lo que hay ahí creo que es suficientemente representativo y también requirió un proceso amplio de diálogo. Pero, en todo caso, lo que me dará mayor satisfacción será que con este equipo logremos resultados. Ya logramos una etapa que fue conformar un equipo de gobierno nacional multipartidario, con una mayoría de mujeres, que es la primera vez que se logra, y eso es bueno per sé, pero ya cumplida esa meta lo que toca ahora es trabajar y entregarle resultados al país, y estoy enfocado en eso, en generar las condiciones para trabajar y en generar resultados.