El presidente de la República, Carlos Alvarado, confirmó este viernes que invitó al mandatario de China, Xi Jinping, a visitar el país en el marco de la inauguración de la ampliación de la ruta 32.
La visita del gobernante chino se produciría en algún momento del próximo año, confirmó Alvarado.
Además, informó de que a él también lo invitó el presidente Xi para visitar la gigante nación asiática, en algún momento de su administración.
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Alvarado recordó que los tres presidentes anteriores a él, Óscar Arias, Laura Chinchilla y Luis Guillermo Solís, visitaron China, invitados por Xi.
Costa Rica restableció las relaciones diplomáticas con China en el 2007.
“Nuestro país tiene 13 años de relaciones diplomáticas con China y más de 150 años con Estados Unidos. Nuestra relación es fraterna, respetuosa y de cooperación, tanto con China como con Estados Unidos”, dijo el presidente.
El comentario de Alvarado lo hizo en relación con una consulta sobre la conveniencia de que Xi Jinping venga al país, en momentos en que la relación entre el gigante asiático y la nación estadounidense ha alcanzado niveles de mucha tensión.
En agosto pasado, incluso, Estados Unidos incluyó en una lista negra a varias subsidiarias de la compañía estatal China Communications Construccion Company (CCCC), casa matriz de la empresa China Harbour Engineering Company Ltd. (CHEC).
CHEC es la compañía encargada de la ampliación de la ruta 32. Dicha inclusión de la casa matriz fue advertida por la Embajada de Estados Unidos en Costa Rica al gobierno de Carlos Alvarado.
La lista incluye firmas que enfrentan restricciones por representar supuestos riesgos a la seguridad.
Esta gestión del gobierno estadounidense implica que se impondrán restricciones de vista a ciudadanos chinos por considerarlos “responsables o cómplices de la reclamación, construcción o militarización”, de puestos de avanzada en disputa en el mar del sur de China.
El argumento del gobierno de Donald Trump para tomar esa decisión es que China viene usando, desde 2013, a sus empresas estatales para drenar y reclamar más de 3.000 acres de formaciones en disputa en el mar del sur, “desestabilizando la región, pisoteando derechos soberanos de sus vecinos y causando una incalculable devastación del medio ambiente”.
A la matriz de CHEC, además, la responsabilizan por el drenaje destructivo de los puestos de China en esa región y uno de los principales contratistas de Pekín en su estrategia global “La nueva ruta de la seda”, aseguró el secretario del Departamento de Estado, Michael Pompeo, en agosto.