Lo que para muchos costarricenses era el viaje de sus sueños se convirtió en una pesadilla. El dinero se agota y la desesperación se convirtió en su nueva compañera de viaje.
Esta es la situación de 111 ticos varados en Perú, los nacionales quedaron atrapados en el país sudamericano desde el 16 de marzo, luego de que el presidente local, Martín Vizcarra, cerró las fronteras y dictó cuarentena y toque de queda para toda la nación ante la pandemia del covid-19.
Los vuelos fueron cancelados y los hoteles donde se hospedaban han empezado a cerrar.
Algunos han logrado conseguir hospedajes en hostales, otros han topado con suerte y han sido acogidos por peruanos que incluso no conocían, pero que les abrieron las puertas ante la emergencia.
Según los testimonios dados a La Nación por algunos de los turistas nacionales, dentro de los 111 nacionales varados hay menores de edad, hipertensos y diabéticos, además de adultos mayores y niños.
“Era de noche cuando paso. Todo se puso en silencio y el presidente peruano apareció en las pantallas de todos lados y dio la orden. Al amanecer, salimos corriendo al aeropuerto de Cusco; la gente dormía en el suelo en filas; no se pudo hacer nada”, narra Kevin Salazar desde Cusco.
Salazar organizó el viaje desde octubre pasado, debido a que su madre Lizbeth Mora acababa de pensionarse y nunca había salido del país, por lo él propuso ir a Perú. Junto a su madre y familia, arribaron a inicios de marzo a suelo andino.
Con la voz quebrada y sollozando, Lizbeth Mora, quien es adulta mayor, cuenta la desesperación que viven desde su aislamiento en Cusco, Perú, lugar donde están varados.
“Es muy duro todo; para cerrar con broche de oro nos dicen que la cuarentena se va a extender hasta el 12 de abril".
"Ya estamos desesperados, la plata se nos está agotando, tenemos que volver a pagar hospedaje, pero no hay de donde.
"Lo que tenemos es para ir comprando el poquito de comida, la altura y el frío nos afecta, ocupamos ayuda” expresó la costarricense.
Mora indicó que la embajada costarricense en ese país intentó gestionar un vuelo, pero la aerolínea no accedió.
Hasta el momento, están a la espera de otro posible vuelo, pero no tienen certeza de cuando regresaran.
El hotel donde esta familia se hospedaba cerró por orden del gobierno, así que buscaron un hostal, pero para abaratar los costos alquilaron una habitación mediante la aplicación Airbnb, donde están actualmente.
Mientras tanto, en Lima, la costarricense Ingrid Muñoz es otra de las varadas.
Ella perdió su empleo en medio de la tragedia, pues era guía turística en tours por Sudamérica. Por la pandemia todo se suspendió, ahora solo añora regresar a su hogar para estar segura.
A Ingrid una amiga peruana le abrió las puertas de su casa. Solo puede salir una persona a comprar comida antes de que empiece el toque de queda.
“Hay unos ticos que están quedándose con peruanos que no conocían y les están ayudando, pero solo por esta esta semana, dicen que no saben que van hacer después”, explica la compatriota.
Ella y los demás costarricenses se mantiene en contacto a diario, pues tienen un grupo de WhatsApp, el cual mantienen contacto con la embajada en Perú; sin embargo, los nacionales dicen vivir la incertidumbre.
Otra de las ticas es Ilse Salas, quien junto a su tío Carlos López, estaban en Cusco cuando el presidente peruano anunció las medidas.
Esa misma noche lograron comprar los últimos boletos rumbo a Lima, lugar donde aún se encuentran estancados.
Una vez en el aeropuerto de Lima, ya tardé en la noche, Ilse Salas explica que todo se volvió un caos.
Estaban a punto de cerrar el aeropuerto y los echaron, sin tener algún lugar donde quedarse. Estaban desesperados, pero toparon con la suerte de que su hija, desde Costa Rica, les busco una habitación para pasar la noche.
“Todos tenemos familia en Costa Rica, hijos nietos, y trabajos, tenemos que regresar; aquí han sido muy obedientes, todo se cerró, restaurantes y comercios, para ir al súper hay que ir con mascarilla".
"Los policías se arriman y le preguntan a uno qué hace afuera y nos dicen que hagamos las compras breves. Luego de las 8 p. m., pasa un carro con alarmas de la policía anunciando el toque de queda”, explica la costarricense.
Una posibilidad a la vista
La tarde de este jueves, el embajador de Costa Rica en Perú, Renato Víquez, informó a los costarricenses mediante un audio de WhatsApp, que están el posible regreso mediante un vuelo chárter con la aerolínea Avianca.
“Tenemos ya un presupuesto de una línea aérea que haría el vuelo, con salida de Lima, hacia Cusco, donde se recogería los costarricenses que están allá y de ahí se volaría hasta el aeropuerto Juan Santamaría”, explicó el embajador.
Según Víquez, el costo está fijado en $1.295 por persona, y solo se podría cancelar por depósito en efectivo, por lo que los compatriotas que no tengan el dinero en Perú deberán solicitar a sus familiares, en Costa Rica, que realicen la transacción a una cuenta que habilitaría la Cancillería.
Nacionales de 57 países buscan volver
El ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, informó de que 1.000 costarricenses que han sido afectados por las medidas de restricción de transportes por el Coronavirus (Covid-19) en 57 países y procura agilizar el retorno de aquellos que aún no han podido regresar al país.
Un total de 451 han podido regresar a suelo nacional, y trabajan para que los restantes 554 puedan hacerlo pronto.
La cantidad de compatriotas varados fuera de nuestras fronteras aumentó debido a que sumaron nuevos casos en Bélgica, Belice, Japón, India, Luxemburgo, Singapur, Turquía y Uruguay.
“Ante el paulatino y creciente cierre del tráfico aéreo, por mar y tierra en el mundo, la Cancillería ha reiterado el llamado a los costarricenses para que valoren los viajes que tienen proyectados y solo programen los que sean estrictamente urgentes y necesarios” recalca el Ministerio de Relaciones Exteriores.