Este sábado, la imagen de la Patrona de Costa Rica fue llevada en una carroza de flores a la catedral de Nuestra Señora del Carmen en Cartago, como parte del tradicional “traslado” que tiene lugar al concluir las celebraciones del 2 de agosto.
La representación permanecerá un mes en ese templo antes de su retorno a la basílica de los Ángeles.
Esta costumbre data de 1782 cuando las autoridades eclesiásticas decidieron trasladar la imagen ante algunas anomalías que disgustaron mucho al prelado.
Entonces, se acordó que la figura permanecería un mes en otro sitio, en tanto se normalizaba la situación, pero con la seguridad de que, transcurrido un mes, esta regresaría a su recinto habitual.
La celebración del traslado reviste un significado especial para los católicos de la provincia, pues las comunidades participan confeccionando carrozas con productos propios de la zona. Además, muchos ciudadanos decoran las calles con flores, hacen donaciones a la Iglesia por favores concedidos y, desde luego, organizan desfiles de boyeros con sus carretas y bueyes.
Este domingo, precisamente, la imagen atravesó la avenida segunda de la Vieja Metrópoli a bordo de una carroza decorada con productos agrícolas y flores. Lo hizo acompañada de cantos de mariachis, sirenas de ambulancia y una estela de cientos de fieles católicos.
Luego de una misa de celebración en el templete de la basílica de Los Ángeles, la procesión arrancó pasadas las 10 a. m. con la carroza al frente, seguida también por yuntas de bueyes, maquinaria agrícola y devotos.
Durante el mes de setiembre habrá misas y cantos de salve en honor a la Patrona de Costa Rica en la catedral de Nuestra Señora del Carmen.
El Canto de la Salve es una antigua costumbre que data del Concilio de Éfeso (antiguo puerto griego, en la actual Turquía, en el año 431 d. C.), cuando la Iglesia católica, luego de un intenso debate, proclamó “la Maternidad Divina de María” y en donde se canta la “Salve Regina" en honor a Cristo y a su madre.