En octubre del 2017, dos altos jefes del IFAM se ausentaron sin permiso de su trabajo y se fueron de viaje fuera del país, sin que se precise adónde, pese a que habían sido llamados a atender la emergencia provocada por la tormenta Nate .
Cuando la presidenta ejecutiva de la entidad notó que no estaban y les pidió reportarse por Whatsapp, una le dijo que debía realizarse una mamografía y que tenía permiso para ausentarse, mientras que el otro dijo que había tenido un día de “retroalimentación” entre ingenieros y no respondió cuando le preguntaron dónde estaba.
Así lo concluyó el informe de una comisión disciplinaria abierta para investigar lo ocurrido, cuyas conclusiones sirvieron de base al Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM) para despedir a ambos funcionarios, según consta en las resoluciones del proceso que agotó la vía administrativa el martes pasado.
La investigación incluyó a un tercer jefe, pero su caso se cerró debido a que él dejó de ser empleado de la entidad antes de que finalizara el proceso.
Evasivas por WhatsApp
Los cesados fueron Edmundo Abellán, quien ocupaba el cargo de jefe del departamento de Gestión y Fortalecimiento Municipal, y María Esther Castro, exjefa de Asesoría Jurídica.
Consultado por La Nación, Edmundo Abellán declinó referirse al caso pues, según dijo, presentó un recurso ante la Sala IV. En tanto, María Esther Castro dijo que ella impugnó su despido ante los tribunales y que su cese es improcedente pues ella faltó a la oficina con autorización.
Antes de que ocurriera la tormenta, ambos tenían permiso de la Junta Directiva del IFAM para participar en el IV Foro Mundial de Desarrollo Económico Local en Praia, Cabo Verde, África, del 13 al 22 de octubre del 2017, junto a otro empleado de apellido Miranda que se desempeñaba como jefe de Tecnología de Información.
No obstante, como Nate causó graves daños los días 4 y 5 de ese mes, la Junta decidió que solo irían a África Laura Obando, la directora ejecutiva del IFAM, y otra funcionaria de apellido Zúñiga.
Los otros tres tenían que quedarse para ayudar en la atención de la emergencia, según declaró la entonces presidenta ejecutiva, Yanina Soto.
En la investigación del caso, la exjerarca declaró que Edmundo Abellán le pidió permiso por última vez para ir al viaje el jueves 12 de octubre, un día antes de la fecha original de partida. No obstante, luego de una reunión de coordinación en Casa Presidencial, Yanina Soto le recordó que la decisión de la Junta Directiva ya estaba tomada.
Al día siguiente, Edmundo Abellán solicitó un vehículo que los llevaría a él y a otro ingeniero de apellido Calcáneo a Buenos Aires de Puntarenas el martes 17 de octubre, después del feriado del lunes 16.
Sin embargo, el día de la gira, el jefe de Gestión Municipal no llegó y Calcáneo salió solo hacia la zona sur, según declaró el ingeniero.
De acuerdo con las capturas de WhatsApp que se usaron como prueba, la exjerarca del IFAM le escribió un primer mensaje a Edmundo Abellán al mediodía de ese martes para preguntarle cómo marchaba la gira.
Como no obtuvo respuesta, a las 5.25 p. m., le escribió que estaba preocupada por la falta de comunicación. La contestación del jefe de Gestión Municipal llegó 15 minutos después.
“Saludes doña Yanina. He andado mal de señal. Hoy fue un día de retroalimentación entre los ingenieros, quienes están preparando un informe de lo realizado jueves y viernes. Hay que valorar lo actuado para enderezar cualquier cosa o reorientar”, le dijo.
La presidenta ejecutiva le preguntó tres veces dónde se encontraba, pero el funcionario la ignoró.
A María Esther Castro también la empezó a buscar a mediodía. Mediante WhatsApp, Yanina Soto le preguntó por los exámenes médicos que, según le dijeron, se estaba realizando la abogada.
La directora jurídica le contestó que, al día siguiente, el miércoles 18 de octubre, tenía programada una mamografía. Alegó que tenía permiso para ausentarse pues tenía días acumulados por “compensación por trabajo fuera de horario”.
Cuando la jerarca le recordó que le había pedido estar disponible para la atención de la emergencia, le respondió que no sabía sobre ese pedido.
“Como nos cancelaron el viaje, pensé que era importante sacar el tiempo para eso que todos los días pospongo”, dijo.
“Yo he monitoreado la oficina todo el día… gracias a Dios todo bajo control…”, agregó.
El jueves, la presidenta ejecutiva recibió una alerta del sindicato institucional sobre el motivo de las ausencias de Abellán y Castro, así como del tercer funcionario, el jefe de Tecnología, quien vía WhatsApp le dijo a la jerarca que había pedido un permiso sin goce de salario.
¡Sorpresa!
No obstante, la presidenta ejecutiva se comunicó con la Dirección de Migración y descubrió que los tres habían salido del país.
“Nada más hice la llamada pertinente, que es pública a Migración, para ver si se encontraban o no dentro del país porque esa fue la insinuación que me hacían los funcionarios de IFAM, y me constaron que los tres habían salido.
"No me dicen para dónde ni cómo, sino que salieron del país, o sea, que ellos estuvieron hablándome a través del WhatsApp haciéndome creer que estaban aquí y no era cierto”, declaró Soto.
Los registros migratorios dan fe de que los tres funcionarios salieron el viernes 13 de octubre de 2017 y regresaron el miércoles 18 de ese mes. Es decir, aterrizaron el día en que la directora jurídica dijo que se haría una mamografía.
Viaje en días posteriores a tormenta Nate
OCURRIÓ EN EL 2017
21 de setiembre
Junta Directiva aprueba viaje de cinco funcionarios del IFAM a África.
5 de octubre
Tormenta Nate causa estragos en el país.
5 de octubre
Junta Directiva cancela permiso de viaje a Abellán, Castro y Miranda.
12 de octubre
Abellán y presidenta ejecutiva prometen a Casa Presidencial ir a revisar daños provocados por Nate. Gira a zona sur se programa para el martes 17.
13 de octubre
Abellán, Castro y Miranda salen del país, según reporte de Migración.
17 de octubre
Yanina Soto, jerarca del IFAM, intenta contactar a los tres funcionarios a sus celulares.
18 de octubre
Abellán, Castro y Miranda regresan al país.
FUENTE: IFAM || C.F. / LA NACIÓN.
‘Tenía permiso para ausentarme’
IFAM despidió a Edmundo Abellán y a María Esther Castro porque determinó que ambos se ausentaron sin haber tramitado vacaciones, ni días de incapacidad. Además, les reprochó haber faltado a la verdad cuando Yanina Soto los contactó.
Consultada sobre el caso, Castro afirmó que faltó al trabajo con el permiso de la entonces directora ejecutiva, Laura Obando, a quien reconoce como la única persona que tenía autoridad administrativa sobre ella. Aseguró que la presidenta ejecutiva carecía de autoridad para indagar sobre su ausencia y que incurrió en acoso laboral en su contra.
“Tenía algunos planes de hacerme unos exámenes médicos, sin embargo, cambié de parecer porque los pospuse y tomé la decisión de salir del país ese fin de semana. Mi pregunta es: si yo estoy en mi tiempo libre, ¿qué tiene que estar preguntando la presidenta ejecutiva por medio de un WhatsApp qué estoy haciendo yo o no?”, cuestionó Castro.
“Yo tengo la cortesía de contestarle sobre el trabajo”, agregó.
Según dijo, vía WhatsApp, le dijo a Yanina Soto que, el miércoles 18 de octubre, se haría una mamografía porque su plan era regresar al país el martes, para hacerse el examen pero, por un problema con el vuelo, debieron retrasar el regreso.
Afirmó, además, que su permiso para faltar a la oficina se debió a que acumuló mucho tiempo de trabajo fuera de horas laborales.
A su regreso del viaje, la entonces directora ejecutiva del IFAM respaldó a Castro con un documento que entregó a la oficina de Talento Humano, en el que hizo constar que había dado permiso a la directora jurídica para faltar.
No obstante, el órgano director encontró que la “compensación de tiempo” no existe, por lo que no correspondía otorgarlo. Además, determinó que, según el organigrama de la institución, la Asesoría Legal responde a la presidencia ejecutiva, por lo que sí debió coordinar con ella el permiso para ausentarse.
“No cabe aceptar que una persona que debería ser honesta, recta, proba, respetuosa en lo funcional para con la presidencia del IFAM, de la que es cercana asesora legal, con relación permanente de trabajo, se haya conducido de la manera que consta”, dice la recomendación de despido.
Pugna sobre veracidad de prueba
Por su parte, Edmundo Abellán alegó que la directora ejecutiva le aprobó vacaciones para los días viernes 13, martes 17 y miércoles 18 de octubre.
Dijo que hizo la gestión el mismo día que salió de viaje, pero el sistema de gestión de personal falló, por lo que la directora ejecutiva le selló el permiso en una boleta física que consta en el expediente.
En la investigación, no obstante, se determinó que las boletas impresas dejaron de usarse en la institución desde el 2015. La revisión del sistema informático tampoco reveló que la plataforma digital hubiera fallado.
La pesquisa reveló que, el 18 de octubre, horas después de que Yanina Soto lo contactó, Abellán llamó a su secretaria y le pidió gestionarle vacaciones para ese día y el anterior, aunque el trámite, por disposición institucional, debía realizarse personalmente.
El órgano director concluyó que no podía recomendar el despido del funcionario “por duda razonable”, ante la decisión de la directora ejecutiva de respaldar su trámite de vacaciones, aunque fuera por un método irregular.
Pero la decisión final del IFAM se separó de dicho criterio, por considerar que la boleta de vacaciones en la que Abellán sustentó su defensa, fue manipulada.
El documento supuestamente fue sellado por la entonces directora ejecutiva, Laura Obando, el viernes 13 de octubre, el mismo día en que ella aprobó la gira a la que debía ir Abellán.
Además, las entrevistas revelaron que, el 19 de octubre, cuando volvió del viaje, Abellán pidió una boleta física de vacaciones en la oficina de Talento Humano.
El formulario se entregó a esa dependencia hasta el 23 de ese mes, cuando la directora ejecutiva regresó de su viaje a África.
“La boleta no existía, sino que debió ser creada”, concluyó la resolución del caso.
“Se configura indubitablemente la violación al deber de probidad de forma muy grave, la violación al contrato de trabajo y sus obligaciones”, agrega el documento.
El despido lo dictó el pasado 20 de junio Christian Alpízar, actual director ejecutivo de IFAM. Obando dejó de ocupar de ese cargo el 18 de enero del 2018, por decisión de la Junta Directiva.
María Esther Castro fue cesada un día antes por Marcela Guerrero, actual jerarca de la entidad.
Las resoluciones de los ceses indican que ambos habían sido despedidos por un caso distinto desde el 1.° de abril de este año, por lo que la orden fue que se mantuviera dicha condición.