En nueve años de operación, los ingresos en los peajes de la ruta 27 (San José-Caldera) a cargo de la empresa Globalvia no han parado de crecer.
Las estaciones de cobro en Escazú son el mejor ejemplo del incremento en la recaudación. En junio del 2009 –primer mes de cobro– entraron $667.285 y en marzo del 2018 el monto fue de $2.161.097 millones, es decir, 3,2 veces más.
El aumento acelerado se explica por la cantidad de vehículos que transita por esa carretera todos los días.
Según datos oficiales, en 2009 el tramo entre La Sabana y Ciudad Colón era utilizado por 60.000 vehículos cada día y en 2016 el número de autos llegó a 120.000 diarios.
Sin embargo, el alza en las entradas por concepto de peajes no ha deparado en mejores condiciones para los conductores.
De ahí que, cada día, los usuarios de esa vía deben soportar presas durante las horas pico y los fines de semana es usual ver grandes colas de carros que viajan o regresan de las playas.
Estadísticas del Consejo Nacional de Concesiones (CNC) revelan que precisamente en el sector de La Sabana y del peaje de Escazú a Santa Ana se registran saturaciones de hasta el 100%, esto significa que por esos sitios circulan el doble de vehículos que los previstos en el diseño original.
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La concesionaria hizo una propuesta preliminar de ampliación desde 2014, para construir un carril más por sentido desde La Sabana hasta Ciudad Colón y uno más (por sentido) de Ciudad Colón a Orotina.
Esa propuesta fue revisada en 2016 por una comisión integrada por expertos que hicieron una serie de recomendaciones. No obstante, el gobierno pasado engavetó el documento.
Ahora, la promesa del nuevo ministro de Obras Públicas y Transportes, Rodolfo Méndez Mata, es iniciar conversaciones con la concesionaria antes del 16 de agosto, cuando se cumplen 100 días de la actual administración.
El exjerarca de esa cartera Carlos Villalta ratificó que es urgente ampliar la ruta, en especial porque el Estado planea construir un nuevo aeropuerto internacional en Orotina, Alajuela.
Según el ingeniero, durante su gestión conocieron las recomendaciones del grupo de expertos sobre la propuesta de Globalvia y le dieron dos meses al concesionaria para subsanar las dudas, pero –justificó– se extendió el tiempo porque la empresa consideraba que era “corto” para responder.
Más dinero
De los nueve puestos de cobro que hay a lo largo de los 77 kilómetros de la ruta 27, el peaje de Escazú es el que más dinero deja.
En la actualidad, el concesionario está autorizado a cobrar en ese punto ¢360 a los vehículos livianos, ¢720 los autobuses, ¢900 los camiones pesados de dos y tres ejes, ¢1.600 los camiones pesados de cuatro ejes y ¢2.290 los camiones pesados de cinco o más ejes. Esas tarifas se actualizan según aspectos establecidos en el contrato de concesión, uno de ellos es el tipo de cambio del colón con respecto al dólar.
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De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Concesiones (CNC), entre enero y marzo del presente año Globalvia obtuvo, por medio de las casetas de Escazú, $6,3 millones.
En el 2017, las mismas estaciones generaron $26,3 millones, lo cual equivale a $2,1 millones por mes, en promedio.
En 2016, ese mismo punto de cobro registró $24,8 millones y en 2015 el ingreso fue de $24,2 millones.
En resumen, en los últimos 39 meses el peaje de Escazú produjo $81,6 millones.
La carretera, concesionada a Globalvia por 25 años y seis meses, tuvo un costo de $301 millones más otros $35 millones de obras adicionales.
Esos trabajos extras están incluidos en un convenio complementario aprobado en agosto de 2008 e incluyen reparaciones de pavimento entre La Sabana y Escazú, nuevos muros de contención y mejoras en algunas intersecciones.
Hasta marzo del 2016 el país había cancelado $136 millones (40%) del total adeudado al concesionario.
La Nación solicitó al CNC ese dato actualizado, pero al cierre de esta información no había sido enviado.
Prolongada deuda
En los primeros tres meses del 2018, Globalvia obtuvo en las nueve estaciones de peaje de la vía $18,7 millones por concepto de peajes.
En 2015, los peajes produjeron $67,2 millones, en 2016 registraron $70,1 millones y en 2017 un total de $74,3 millones. En esos tres años el ingreso total fue de $211,6 millones.
¿Por qué si los peajes son tan productivos no se han cancelado los $336 millones de la carretera?
El contrato de concesión obliga a deflactar los ingresos por peajes; es decir, llevarlos al valor de noviembre del 2000, mes y año en el que se firmó el convenio de concesión.
Por ejemplo, en marzo del 2018 recaudaron $6,4 millones, pero al deflactarlos quedan $4,5 millones.
Sobre este aspecto se trató de hablar con el titular de Obras Públicas y Transportes (MOPT), Rodolfo Méndez, pero no fue posible localizarlo.