La empresa portuguesa Soares da Costa ganó un juicio al Estado por ¢281 millones de pagos pendientes por trabajos de sustitución de la losa del puente sobre el río Virilla, en la autopista General Cañas, conocido como ‘la platina’. Aquellas labores ocurrieron en el 2011.
A la firma se le contrató la colocación de una rejilla recubierta de concreto; arreglo que resultó fallido y por lo cual el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) suspendió pagos.
Según Javier Escalante, del bufete Colbs Estudio Legal y representante de la compañía, producto de ese conflicto, en el 2016, el Conavi los demandó por incumplimiento de contrato. El caso se tramitó en el expediente 16-2260-1027-CA.
"Contestamos la demanda argumentando que no había incumplimiento alguno con las obligaciones del cartel y contrato. Por el contrario, contrademandamos porque se interrumpieron los pagos”, explicó.
La decisión, al menos en primera instancia, resultó favorable a la empresa que reclamó la cancelación de facturas pendientes por ¢281 millones a la que, de acuerdo con el abogado, deben sumarse otros montos por trabajos adicionales aún sin pago.
“Lo más importante es que, en la demanda por incumplimiento contractual, al Conavi se le informa que mi cliente sí cumplió. Los condenaron al pago de todas las costas de la demanda y la contrademanda y se le rechazó la demanda en todos sus extremos”, aseguró Escalante.
Mario Rodríguez, director del Conavi, aseguró que para ellos sí hubo incumplimiento ,porque asegura que ellos pidieron la presencia de un especialista que se supone debía estar en la obra para supervisar si algo estaba caminando mal. Según el funcionario, nunca hubo presencia de este especialista en estructuras.
“Y la posición de ellos es: ‘el Conavi me dio el diseño y yo hice lo que me dijo’. Desde la óptica de Conavi había un incumplimiento del contrato. Acá el juez considera que el Conavi tenían recursos profesionales para valorar eso. Ahora toca valorar si insistiremos en casación”, explicó Rodríguez.
La rejilla colocada por Soares fue una solución diseñada por el Conavi ante los problemas que presentaba la superficie de ruedo de ese paso. La medida le costó al Estado $3,8 millones y obligó a cierres entre diciembre de 2011 y febrero de 2012.
No obstante, pocos días después de concluido el trabajo, comenzó a desmoronarse el concreto. Por esta razón, Conavi decidió que quitaría el sistema de rejillas y volvería a colocar una capa de concreto.
La solución en ese paso se concretó en mayo de 2017, incluida una ampliación de un carril por sentido.
Se estima que el Estado invirtió ¢9.400 millones en reparar esta estructura, definitiva, por problemas que comenzaron con fallas en una pieza de la junta de expansión llamada pletina, de ahí que fuera bautizado el paso como ‘la platina’.
FUENTE: ARCHIVO. DISEÑO/LA NACIÓN.
Antecedente
Antes del proceso recién ganado, Soares había acudido a la vía contencioso administrativa con la presentación de un amparo de legalidad, en 2015, cuando se abrió el expediente 15-1394127-CA.
“Lo que pasó en ese caso es que estábamos haciendo la gestión de cobro a nivel administrativo, por eso interpusimos esa gestión derivada de la falta de respuesta de la Administración”, dijo Escalante.
Conavi respondió que no iba a pagar porque, según decían, sí había incumplimiento, de ahí que luego planteara la demanda.
Soares también había intentado en noviembre de 2012 un abritraje en el Tribunal de la Cámara de Comercio, cuando reclamó $2 millones. Esa posibilidad no fructificó.