
Niza, Francia. Tiburones, tortugas, ballenas, rayas y otras especies que habitan aguas costarricenses “deambulan sueltas” en el salón de exhibiciones que sirve como escenario paralelo a la Conferencia de Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC 2025).
Ingresar al pabellón que Costa Rica instaló en el Palacio de las Exposiciones, que reúne 15 puestos, es sumergirse en una experiencia multisensorial cargada de información, imágenes y una que otra “sorpresita” oculta en sus pasillos.
A la entrada del puesto, el visitante puede tomarse una especie de selfie con nuestra fauna marina, gracias a un programa digital que proyecta la imagen de la persona en una pantalla, mientras algún inquieto tiburón en 3D aletea a su alrededor.
Cerca de allí, se puede descargar un código QR en el teléfono celular para tener una experiencia en realidad aumentada con nuestras especies, o acceder a información detallada sobre los programas de conservación del país.
Una vez adentro del pabellón, el público también puede verse reflejado en otras pantallas en compañía de alguna variedad, mientras observa rótulos, mapas y fotografías sobre la Costa Rica desconocida: la Costa Rica azul.
En tanto, al final del puesto, hay un recinto que ofrece una experiencia inmersiva en la isla del Coco, mediante la proyección de imágenes impresionantes de alta resolución sobre los rincones marinos y terrestres del santuario.
María Jiménez y su hija Gabriela Harris, son dos ticas vecinas de Jacó, en Garabito, que visitaron, este lunes, el Palacio de las Exposiciones.
Ambas se mostraron felices por la experiencia vivida en el Pabellón de Costa Rica, así como por los aprendizajes recibidos durante la exposición en general en cuanto a la necesidad de aprender más sobre el mar.
“Yo lo veo divino (el pabellón). Yo vi el video, la exposición y dije: ‘Sí, me siento muy feliz, muy orgullosa de cómo es nuestro país (...). Cuánta naturaleza y cuánto hay que cuidarla porque es única”, reflexionó Gabriela.

Mensaje de Jacques Cousteau
En un guiño al público francés, una de las paredes del Pabellón de Costa Rica tiene destacada una frase de su legendario explorador marino Jacques Cousteau: “El Parque Nacional Isla del Coco es la isla más bonita del mundo”.
El puesto plantea una narrativa que no solo pretende mostrar las riquezas marinas del país, sino también explicar la posición estratégica que tiene nuestro territorio en el Corredor Marino del Pacífico Este Tropical.
La Nación intentó conversar con algún representante de la Cancillería de Costa Rica, quien estuvo a cargo de la coordinación del puesto, pero no fue posible.
Según un rótulo colocado en el puesto, el proyecto contó con la colaboración de los Ministerios de Ambiente y Energía (Minae), Educación Pública (MEP), Presidencia, así como el Instituto Costarricense de Pesca (Incopesca).

Además, contribuyeron la Universidad de Costa Rica (UCR), la fundación Amigos Isla del Coco (Faico), UNA por los Océanos y el Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar), Conservación Internacional Costa Rica y la Fundación de Parques Nacionales.
También figuran otros patrocinadores internacionales y locales.