Londres. La inteligencia británica considera que la reinstauración de una frontera física entre Irlanda del Norte y la vecina República de Irlanda tras el brexit incrementaría considerablemente el riesgo de violencia por parte de paramilitares disidentes, afirmó el lunes una comisión parlamentaria.
El Comité de Inteligencia y Seguridad del Parlamento británico señaló en un informe que “el terrorismo relacionado con Irlanda del Norte sigue siendo una amenaza” pese al trabajo de la Policía y los servicios de inteligencia interna, el MI5.
Los paramilitares republicanos disidentes, que se oponen al control de la provincia por parte del Reino Unido, continúan reclutando nuevos miembros, particularmente entre los jóvenes, y se requiere más trabajo a nivel local como elemento disuasorio, añade.
En este contexto, “cualquier infraestructura fronteriza resultante del brexit será tanto un objetivo (de ataques) como un argumento para reclutar por parte de grupos republicanos disidentes” como el Nuevo IRA y el IRA de Continuidad, aseguran.
Tres décadas de violento conflicto entre católicos republicanos y protestantes unionistas en Irlanda del Norte dejaron unos 3.500 muertos.
El conflicto terminó con el acuerdo de paz del Viernes Santo de 1998, una parte importante del cual es la garantía de una frontera abierta entre la provincia británica y la vecina República de Irlanda, país miembro de la Unión Europea (UE).
Se eliminaron así los puestos de control y las torres de vigilancia del Ejército que durante décadas fueron blanco de frecuentes ataques.
El acuerdo de brexit entre Londres y Bruselas estableció un mecanismo por el cual Irlanda del Norte seguiría respetando normas del mercado común europeo para evitar reinstaurar dicha frontera.
Sin embargo, el estancamiento en las negociaciones comerciales pos-brexit y un proyecto de ley británico que modifica disposiciones del Tratado de Retirada reavivaron los temores de que regresen los controles aduaneros y de seguridad a la isla.
El MI5 afirmó que cualquier infraestructura fronteriza "se convertiría inmediatamente en un objetivo de ataques (republicanos disidentes) y aumentaría el riesgo de violencia política en las zonas fronterizas", aseguró la comisión parlamentaria.
“El brexit también podría reavivar la amenaza de los grupos unionistas (probritánicos) que han mantenido un alto el fuego” hasta ahora, precisó.