Beirut. Los yihadistas del Estado Islámico (EI) decapitaron a un joven que formaba parte de un grupo de más de 30 rehenes drusos secuestrados el mes pasado en la provincia siria de Sueida, informaron el domingo un medio local y una organización no gubernamental (ONG).
El 25 de julio, el EI lanzó ataques coordinados en la provincia meridional de Sueida que causaron más de 250 muertos, uno de los peores balances del conflicto.
Al retirarse, los yihadistas secuestraron a más de 30 mujeres y niños, y 17 hombres fueron dados por desaparecidos, según la web Sueida24 y la ONG Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
Estas dos fuentes anunciaron que el jueves fue decapitado un joven que formaba parte de este grupo de rehenes. Este estudiante de 19 años había sido secuestrado en la localidad de Shabki junto a su madre, dijo a la AFP el periodista Nur Radwan, que dirige Sueida24, citando a allegados de la víctima.
Su familia recibió fotos de sus restos, así como dos videos: el primero muestra el momento de la decapitación y en el segundo, difundido por Sueida24, el joven aparece hablando.
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Con una camiseta negra y sentado en el suelo en un paraje rocoso, con las manos atadas a la espalda, el joven implora a los negociadores responder a las “reivindicaciones del EI”, para evitar que otros rehenes sean ejecutados.
El EI no reivindicó los secuestros ni publicó videos en sus medios de propaganda habituales, pero fuentes locales afirman que las familias de las personas retenidas recibieron en sus teléfonos fotos y videos enviados por los yihadistas.
La provincia meridional de Sueida es de mayoría drusa, una rama del islam chiita que representaba cerca de un 3% de la población siria de antes de la guerra, es decir, unas 700.000 personas. Esta comunidad también se encuentra en algunas zonas del noroeste y cerca de la capital, Damasco.
El viernes, un alto responsable druso en Siria dijo a la AFP que Rusia, aliada del presidente Bashar Al Asad, está negociando con el EI la liberación de los rehenes.
Esta primera ejecución después del secuestro tiene lugar “tras el fracaso de las negociaciones con las fuerzas del régimen sobre el traslado de yihadistas del suroeste de la provincia de Deraa hacia Badiya”, una región desértica del centro del país donde el EI se está atrincherando, según el OSDH.
La decapitación de Sueida es la primera ejecución de un rehén civil cometida por el EI desde hace cerca de un año: en octubre de 2017, el grupo yihadista tomó el control durante varias semanas de la ciudad de Al Qaryatain, en el centro, donde cometió crímenes similares, según el OSDH.
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Actualmente, el EI se ha visto reducido por múltiples ofensivas en Siria e Irak, de donde ha sido expulsado de todos los núcleos urbanos. Hoy en día controla menos de 3% del territorio sirio. Sin embargo, el grupo ultrarradical consigue perpetrar mortíferos golpes, como el ataque del 25 de julio.
Según Jattar Abu Diab, especialista del conflicto sirio, el drama de Sueida representa un “giro” para la comunidad drusa. “Para esta comunidad ancestral, el secuestro de las mujeres cruza todas las líneas rojas”, aseguró. “Su reacción dependerá del resultado de las negociaciones”, agregó este experto, que no excluye una intervención directa de los drusos para expulsar al EI del desierto de Sueida “si todos los rehenes acaban siendo ejecutados”.